Los futuros del libro, la crónica

bolaPor fin saco un rato para poner por escrito las conclusiones de las jornadas sobre los futuros del libro, desarrolladas en la Feria del libro de Sevilla. Antes de nada, me gustaría agradecer a Javier López Yáñez y su gente el trato que nos dispensaron, así como el tremendo evento que montan año tras año. Nos entra una envidia malsana a los del norte, comparando con lo que se organiza por estos lares. Once días plagados de actividades de todo tipo y para todos los públicos.

Para arrancar la crónica, tomaré prestadas las palabras de Txetxu en su mesa sobre nuevos formatos: el título «futuros» en plural está perfectamente elegido, porque serán muchos y no habrá un único camino o un único soporte que domine al resto. De hecho, en lo que más énfasis se puso fue en destacar la complementariedad de soportes. No será o todo blanco o todo negro. Pueden convivir tanto el ebook como el papel. Y cuando se habla del ebook, se está haciendo referencia a dos cosas: por un lado, al dispositivo (kindle, sony reader, papyrus, …) y por otro, a las obras electrónicas. Y es que no sólo los formatos se adaptarán a las nuevas tecnologías, también lo harán los contenidos, pasando a ser hipertextos que serán diferentes dependiendo de los ojos que los miren. Cada lector marcará su sendero de información, quedando atrás la lectura lineal: lecturas de difícil repetición.

En esos futuros cambiará la forma de leer, incluso es probable que haya cambios cognitivos: cerebros lectores distintos. Pero se vuelve a recalcar lo mismo: lo importante no es el soporte, sino el contenido. Así que sería una torpeza por parte de la industria editorial cometer el mismo error que su primas hermanas (música y cine), que centraron su valor en el formato y no supieron adaptar ese contenido a las nuevas tecnologías.

Los pasos por la web social aún son un poco torpones y, como en otras muchas empresas, sin plan de acción. Muchos aún no comprenden lo «caro» que puede salir la experimentación. No sólo porque un patinazo aquí perdura durante el tiempo, sino por lo poco que se valoran las horas empleadas en estas herramientas sin saber qué se va a obtener. O lo que es peor aún, qué se pretende obtener.

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Por último, apuntar dos historias de las que no tenía conocimiento y que me dejan un poco destemplada. La primera, el Plan Revolucionario de Lectura que pretende implantar Hugo Chávez en Venezuela. Al escuchar «plan de lectura», lo primero que viene a la cabeza es: «¡bien! Más cultura es sinónimo de una sociedad más avanzada». Sin embargo, se trata de unas orejeras de burro, porque sólo se emplearán libros de un mismo tinte.

La otra historia es sobre la feria del libro de Madrid, que dará comienzo el 29 de mayo. Aquí, en una demostración de modernismo (leáse con mucha ironía), se ha prohibido el ebook. Pero no sólo los dispositivos (lo que podría ser comprensible para que no se convierta en un salón tecnológico), sino también los contenidos electrónicos. Otros intentando poner puertas al mar y cerrando los ojos ante lo que ya es presente.

Lorena Fernández Álvarez (@loretahur)

Ingeniera salsera. Actualmente, directora de comunicación digital de la Universidad de Deusto. Miembro del grupo experto de la Comisión Europea Gendered Innovations para analizar el impacto de no incorporar la perspectiva de género en la Inteligencia Artificial. Colabora en el programa de radio “Hoy por Hoy Bilbao” de la Cadena SER desde 2009 con una sección sobre nuevas tecnologías. Además, es jurado del premio Ada Byron a la mujer tecnóloga y mentora del proyecto Inspira STEAM, un proyecto que busca el fomento de la vocación científico-tecnológica entre las niñas. Ha creado junto a Pablo Garaizar e Iñigo Maestro el juego de mesa Nobel Run.

13 thoughts on “Los futuros del libro, la crónica

  1. En relación a la Feria del Libro de Madrid el texto es meridianamente claro en su artículo 6.1.IV excluídos dice: Los libreros, editores, distribuidores y servicios de
    publicaciones de organismos oficiales e instituciones
    públicas que se dediquen principalmente a la venta,
    edición y distribución, respectivamente, de libros
    electrónicos o de libros que se publiquen por Internet o
    mediante cualquier otro soporte distinto de la tradicional
    edición impresa.
    Y en el artículo 13.1 de derechos dice Vender libros, con excepción de libros de viejo, libros de
    saldo, libros electrónicos o libros que se publiquen en
    Internet o mediante cualquier otro soporte distinto de la
    tradicional edición impresa u otros objetos o producto
    comercial sin registro ISBN.
    Sin comentarios

  2. >Cada lector marcará su sendero de información, quedando atrás la lectura lineal: lecturas de difícil repetición.

    Cuando salió el DVD decían que el espectador podría elegir muchísimas cosas, entre ellas, el punto de vista de la imagen: el realizador habría grabado desde varias cámaras y el espectador podría elegirla… si no me creeis, echad un vistazo al mando de un lector de DVD ¿para qué tantos botoncitos que no sirven para nada?

    La realidad: al final muy poco de todo eso… incluso en los documentales… el realizador quiere contar una historia (de ficción o real) y quiere que la recibas como él quiere. Si pierde el control del montaje, pierde el control de un porcentaje de la obra…

    Y me pregunto: ¿pasará lo mismo con los libros? ¿Realmente «cada lector marcará su sendero de información» o será otra disparo con pólvora mojada como con los DVD?

  3. Tengo pendiente hacer un artículo sobre lo que en mi opinión va a ser el futuro de la edición y del libro en los próximos 5-10 años.

    El ejemplo de que en la feria del libro de Madrid no se permitan vender ebooks (soporte físico / edición digital) no hace más que reafirmar lo poco avanzadas que están las editoriales españolas.

    Supongo que es algo así como «si no hablamos de ello, el problema no existe» y no entienden que de aquí a 5 años los dispositivos electrónicos con tinta electrónica van a valer lo que a día de hoy vale un iPod y que su uso será tan generalizado que es absurdo no hacer planes para lo que va a suceder.

  4. Pobres libreros que han estado cobrando a las familias dinerales por libros de texto durante años y ahora aparecen esos malebolos ebooks a quitarles el pan a ellos…

  5. Antes me gastaba unos 60€ al mes en musica y libros. Ahora me los gasto en la ADSL.

    Con la ADSL tan cara como quieren que siga comprando cosas «fisicas».

    Lo mas que puedo hacer es comprar PDF’s a 6€ de libros que valen 30 en papel y canciones a 0,90 de discos que en CD valen 18€.

    Si el dinero que sacan del canon lo usaran en rebajas sobre el ADSL, la gente tendria mas dinero y se gastaria mas dinero en cultura.

    Que no es que seamos todos unos piratas, es que somos todos unos pobres desgraciados que no cobramos los 1000€ al mes ni con una ingenieria!

    El futuro es subir el sueldo a todo quisque … que las empresas ganan millonadas y podrian ganar un pelin menos y dejar mas pelas en circulacion para el proletario que a fin de cuentas es quien mueve la rueda.

  6. Ciertamente el libro eléctrico es el presente. Pero no hay que asociarlo a los soportes especializados de tinta electrónica, porque ahora donde más se lee es en el PC. Mucha gente es reticente a la lectura en pantalla porque «cansa la vista» te dicen, o «no es lo mismo», pero lo dicen en foros de Internet y sospecho que un buen montón de ellos pasan más horas en el PC consumiendo como posesos blogs y foros que leyendo revistas y libros de celulosa. Da la sensación de que el libro de celulosa esta adquiriendo el estatus de fetiche sagrado, se esta endiosando el soporte, mientras que cada vez más se apechuga con casi todas sus lecturas en Internet a través de un PC. Si me permiten el spam escribí hace tiempo una entrada contando la extinción
    masiva de soportes en mi casa
    .

  7. Es muy acertado decir que el libro electrónico es complementario al de papel y que ambos pueden coexistir. Yo tengo uno de esos libros electrónicos en los que guardo y leo muchos e-books, pero también compro libros en papel.
    Las editoriales deberían comenzar a adaptarse a la nueva situación, ganarían más que si se enfrentasen a ella.

  8. Esto tiene relación con el enorme número de editoriales que viven de las subvenciones del Estado y de las Comunidades Autonómicas.

    Se fabrican miles de nuevos títulos con tiradas ridículas, pero que alimentan a las editoriales, imprentas, distribuidores, librerías, supermercados… y que no hace falta vender; ya estaban cubiertos los gastos antes de fabricarlo.

    Con un soporte digital la cosa cambia radicalmente.

    Cuando muere un soporte muere el modelo de empresa.

  9. El comentario de ‘Ese’ sobre las subvenciones me parece sugerente, pero me gustaría saber detrás del ‘enorme’ que dice cuántos títulos se encuentran y cuántos ejemplares producidos y si sabe cuánto supone sobre el total del mercado global del libro.
    Saber también si los miles de títulos ridículos son los que hacen referencia a los subvencionado o a otros.
    Lo digo por tener los conceptos un poco claros. 😉

  10. No sabía que eras «un bloguero»:

    http://www.elmundo.es/elmundo/2009/05/26/navegante/1243320293.html

    Sobre el objeto de la «trifulca», yo sólo digo que ya es la segunda intentona de lanzar esto en España, y que la 1ª murió por precios abusivos, entre otras cosas. ¿Está dispuesta la industria editorial a que el libro sea visto como la canción, libremente intercambiable, entre aparatos y entre lectores, o querrán otras cosas sólo en un principio más productivas?

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