La chequera de Google

Caja registradora

Artículo publicado en la Revista Deusto Nº 120 (otoño 2013).

Lejos queda ya el día en el que dos estudiantes de doctorado de Stanford juntaron sus caminos para desarrollar un motor de búsqueda que actualmente resulta imprescindible en nuestras vidas digitales. Un servicio que en sus inicios (27 de septiembre de 1998) estaba soportado por un servidor con 80 CPU y dos routers HP. Ahora, bajo el paraguas de Google, podemos encontrar infinidad de servicios dispares y más de 50.000 empleados seleccionados minuciosamente entre lo mejorcito. Pero no todos los servicios han sido creaciones de esos excelentes ingenieros. Google tira de chequera con bastante facilidad haciendo buena la máxima de “Si no puedes con el enemigo, únete a él”. De hecho, la propia compañía dice que, de media, adquiere más de una empresa por semana desde 2010. Nos daremos aquí un paseo por algunas de esas compras que, con más o menos éxito, ha hecho el gigante de Mountain View.

Sin duda, el servicio más conocido y que antes nos salta a la mente es YouTube. La plataforma de vídeos fue creada en febrero de 2005 por tres antiguos empleados de Paypal y su éxito no se hizo esperar. Para diciembre de ese mismo año recibían ya más de 50 millones de visitas al día. Ese boom no pasó desapercibido a los ojos de Google, que intentó plantarle cara con su propia web (Google Video) pero se rindió a la evidencia, comprando YouTube por 1.650 millones de dólares en acciones en octubre de 2006.

Blogger, uno de los primeros servicios de publicación de bitácoras, también fue una adquisición sonada. Lanzado en 1999, Google se hizo con la empresa Pyra Labs, madre de la criatura, en 2003 para comerle terreno a la que era por entonces la plataforma de blogs con más éxito: Movable Type. La compra hizo que todos los servicios premium de Blogger se volvieran gratuitos y ha sufrido múltiples “cirugías estéticas” para cambiar su aspecto. En la actualidad sigue siendo un referente junto con WordPress.

Si os hablo de Dodgeball, quizás no os suene de nada. Sin embargo, si menciono Google Latitude, puede que os diga más. Ese es el nombre que tiene actualmente esta herramienta. Dodgeball era un servicio con el que compartir la localización mediante SMS, para así saber dónde estaban tus amigos o encontrar sitios interesantes. A estas alturas del artículo, ya sabéis cómo acaba esta historia. Una práctica muy habitual por parte de Google es, además de comprar el producto, hacerse con los servicios de sus creadores. Sin embargo, con Dodgeball la cosa terminó mal y sus dos fundadores abandonaron Google de malas maneras. Meses después crearon Foursquare, consiguiendo vencer a su antiguo producto y, a la vez, dar en las narices al gigante de internet.

No solo de software vive Google. La empresa de móviles Motorola cayó también en sus redes en agosto de 2011. La razón de esta compra no era tanto la de lanzarse a fabricar “cacharrería”, sino contrarrestar a Apple en el contencioso que mantenían mediante patentes. Con la compra, Google se hizo con más de 17.000 patentes que tenía aprobadas la compañía especializada en electrónica y telecomunicaciones.

En España, algún emprendedor también ha vivido esta situación de ensueño (… o pesadilla, dependiendo que cómo termine la historia). Es el caso de Panoramio, una web donde los usuarios cuelgan imágenes geolocalizadas. En octubre de 2005, Joaquín Cuenca y Eduardo Manchón pusieron en marcha su proyecto. Dos años después, Google llamaba a su puerta. Ese fue el caso igualmente de la web VirusTotal.com, de Hispasec Sistemas, una empresa de seguridad informática malagueña.

Pero, a pesar de lo que pudiera parecer, Google no es el rey Midas y todo lo que toca no se convierte en oro. Y si no, que se lo digan a Jaiku, una plataforma de microblogging, que Google adquirió para intentar paliar el éxito de Twitter. Sin embargo, con la maldición que tiene en el mundo de las redes sociales, no alcanzó su meta, abandonando dos años después el proyecto.

Otras compras sonadas han sido Picasa, el servicio de imágenes junto a Picnik, para la edición de fotografías; la herramienta de creación de feeds, Feedburner; la empresa de publicidad digital, DoubleClick; el sistema operativo de móviles Android y así un largo etcétera. Tan largo, que el modelo de negocio de muchas startups es que Google las compre. Ahora bien, que los chicos de California se anden con ojo, porque otros multimillonarios de internet han sacado también su cartera a pasear.

Imagen de Historias Visuales (CC by-nc-sa).

Lorena Fernández Álvarez (@loretahur)

Ingeniera salsera. Actualmente, directora de comunicación digital de la Universidad de Deusto. Miembro del grupo experto de la Comisión Europea Gendered Innovations para analizar el impacto de no incorporar la perspectiva de género en la Inteligencia Artificial. Colabora en el programa de radio “Hoy por Hoy Bilbao” de la Cadena SER desde 2009 con una sección sobre nuevas tecnologías. Además, es jurado del premio Ada Byron a la mujer tecnóloga y mentora del proyecto Inspira STEAM, un proyecto que busca el fomento de la vocación científico-tecnológica entre las niñas. Ha creado junto a Pablo Garaizar e Iñigo Maestro el juego de mesa Nobel Run.

2 thoughts on “La chequera de Google

  1. Al hilo de este post conviene leer a Genis Roca y su reflexión sobre Google: http://www.genisroca.com/2013/09/29/dime-que-hace-google-hoy-y-te-dire-que-nos-pasara-manana/ Sus líneas finales son tremendas: «Debemos estar atentos porque no estamos discutiendo qué usaremos, sino cómo seremos. Lo digital altera sistemas productivos, transforma sectores e influye en nuestras maneras de relacionarnos, aprender, jugar o trabajar. Estamos configurando la Sociedad Digital, que nadie se engañe pensando que sólo es tecnología.»

  2. @MiKeL: qué voy a decir yo de mi Genís, que me tiene ganada desde hace mucho tiempo… Coincido plenamente con su post. Y viene muy bien para rebatir a aquellos/as que dicen que la tecnología es neutra ;-).

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