En 1944, tras cientos de pruebas fallidas, los científicos Miriam F. Menkin y John Rock logran fertilizar por primera vez un óvulo humano en un tubo de ensayo, aunque el embrión nunca sería reimplantado. Con estos primeros pasos de la fertilización in vitro, se convirtieron en las primeras personas en concebir la vida humana fuera del cuerpo.