En 2010, la bioquímica y fisióloga Linda Watkins recibe el Premio Príncipe de Asturias en Investigación Científica y Técnica. Watkins descubrió un nuevo agente del dolor, las células nerviosas no neuronales denominadas células gliales, claves en los estados de dolor patológico y en los que se producen después de una lesión nerviosa. Sus investigaciones han sido fundamentales en el estudio de las causas por las que algunos tratamientos analgésicos actuales, actuando exclusivamente sobre la neuronas, no consiguen atenuar con éxito el dolor.