En 1918, casi un año después de entrar Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial, Agnes Meyer (también conocida como Madame X) se alistó en la Marina de Estados Unidos, donde fue contratada para el nivel más alto posible en trabajo de oficina y recibió formación en tareas técnicas como la identificación de huellas, el ensamblado de proyectiles, la telegrafía o estenografía, entre otras. Trabajó para la sección de Codificación y Señales del Director de Comunicaciones Navales.