Foto: Hector Milla
Qué pequeños somos y qué grandes nos creemos.
Nuestra sociedad avanza a pasos agigantados y con ella la tecnología. Sin embargo, por mucho que corra, la Madre Naturaleza siempre nos pone en nuestro lugar.
Hoy he subido a un tren y me he quedado encerrada en él durante horas. Debido a una tormenta se ha cortado el suministro eléctrico cuando estábamos en medio de la nada y sin posibilidad de salir.
Cuánta dependencia tenemos de la energía. De hecho, sin ella no podría estar escribiendo esto ahora. ¿Os imagináis un día de vuestras vidas sin electricidad? Esta sería la crónica del mío:
Hoy de nuevo me he levantado tarde (el despertador hace días se quedó sin pilas). Busco el baño a tientas y con mucho cuidado (aún conservo el moratón del último golpe contra la mesilla). Tras la ducha fría diaria (sin calentador no queda otra…), me visto con mi arrugada ropa a la que hace tiempo no visita una plancha.
Tomo el desayuno con cierto recelo porque ya llevo un tiempo sin frigorífico y los alimentos comienzan a estropearse. Debo comprar velas pero el dinero empieza a escasear porque los bancos ya no abren y de los cajeros ni me acuerdo.
No puedo ir a trabajar porque la mayoría de empresas han cerrado. ¿Qué puedo hacer entonces para entretenerme? Ni ver una película, ni encender un ordenador, ni jugar con la consola,… Sólo me quedan los libros y los paseos.
Es un tema para reflexionar pero os lo dejo a vosotros porque después de mi obligado encierro y la mala sangre que se me ha puesto, no estoy para nada más.
Nuestra existencia no es más que un cortocircuito de luz entre dos eternidades de oscuridad. Vladimir Nabokov
Es totalmente correcto que nuestra sociedad depende de la electricidad para basicamente todo, pero esto se debe a que la evolución tecnológica ha aumentado el número de electrodomésticos que la usan. En caso de que faltase la electricidad a escala global, la sociedad quedaria totalmente paralizada y bloqueada debido a la falta de las maquinas utilizadas para todo.
Yo recuerdo que cuando era pequeño en el salon de mi casa solo se necesitaban 3 enchufes:
-1 para la television.
-1 para el aparato de video.
-1 para el equipo de musica.
Hoy en dia en el salon de mi casa se utilizan hasta 9 enchufes:
-1 para la television.
-1 para el aparato de video.
-1 para el DVD.
-1 para el equipo de musica.
-1 para el decodificador de la television por cable.
-1 para la Playstation.
-1 para el ordenador portatil.
-1 para la recarga de algun telefono movil (en mi casa todos tenemos 1 y siempre hay alguno sin bateria).
-1 para el ventilador (verano) o radiador electrico (invierno).
Y como en mi casa en todas las casas en la actualidad. La evolución tecnológica ha multiplicado los electrodomésticos, y cualquiera que haga un poco de memoria puede comprobar el aumento de los mismos con el paso del tiempo.
Saludos
¡¡¡¡Qué razón tienes.¡¡¡¡
El problema está que cada vez dependemos de más y más cosas.
1.- Antes nadie tenía móvil y nos reuniamos sin ningún problema. Hoy en día si se nos olvida el móvil, en algunos caos como el mío regreso a casa si me he dado cuenta pronto. En otras nos olvidamos de el con cierto resquemor. Y cuando llegamos casa miramos al móvil y enseguida recogemos los mensajes y llamadas.
Otra cosa son los coches. Me acuerdo cuando esa txiki que había un coche por familia. Hoy esto es caso dificíl. Dos otres por familia. ¿Dónde metemos tanto coche?. Si hau más dinero que suerte en garaje y sino en la calle…
a) Renfe Rulz!!! 8P (viviendo en Basauri, sabes que es reir por no llorar…)
b) Me has recordado al anuncio este tan raro de sostenibilidad… En fin, que vaya dilema.
A mí no me importaría haber vivido en el siglo XIX. Me veo a caballo con capa y espada. No había internet pero al menos había pianos. 😀
Casualmente, he terminado esta mañana «The revenge of Gaia», del ecologista y científico James Lovelock. En él incluye un repaso de las fuentes de energía actuales y una reflexión, muy en la lóinea de la tuya, acerca de cómo sería una civilización sin electricidad. No somos nada. Por cierto, el libro es muy recomendable.
Interesante reflexión.
Verdaderamente nos hemos generado muchas dependencias.
El otro día Euskaltel me dejo sin conexión a internet durante toda la tarde y no veas el rebote que me pillé. ¡Es que me ponen de los nervios!. Pero la realidad es que ahora nos cuesta prescindir de cosas que hasta hace relativamente poco ni siquiera conocíamos.
De todas formas, son problemas pasajeros, porque ya lo dice Nabokov: «Nuestra existencia es un cortocircuito». Aresti lo dijo de forma más poética: «Mosu baten luzea balitz, ni kontent nengoke» («si tuviera la duración de un beso, yo estaría contento«).
Yo ya he estado un mes en Nicaragua en medio del monte sin electricidad. Usábamos candiles por las noches justo antes de acostarnos, aunque durante un ratito solamente, para hablar un rato después de la cena o intentar leer un poco antes de dormir.
El Sol guiaba nuestro horario: nos dormíamos a las 6:30pm y nos despertábamos a las 5:00am más o menos.
La tele de después de la cena éramos nosotros, contando cómo en Europa había casi una lengua por país y cuánto de lejos estábamos, los nicas, a cambio, nos explicaban qué pasó durante el Sandinismo o qué serpientes habitan la zona 🙂
Para desplazarnos no quedaba más remedio que ir a pie o a caballo (no os imaginéis grandes galopadas, con lo estrechito y escarpado del camino acojonaba casi más ir a caballo que a pie), así que no teníamos problemas de quedarnos atrapados dentro de nada (a no ser que nos comiera algo :-D).
Tengo un log (sin b) de esos días, es decir, un diario escrito en un cuaderno. Es bonito releerlo de vez en cuando :’-)
Siempre tendremos las placas solares… xDDD
@juan josé: totalmente cierto. Cuando era pequeña teníamos televisión y punto (ni video, ni ordenador, ni menos aún consola)
@noelia: lo de los móviles es brutal. Hace años no se veía ni uno y ahora igual hay dos o tres por cabeza
@may: esta vez no fue Renfe sino Euskotren pero el cabreo fue el mismo 😉
@muaddib: pues gracias a Dios no fue en un túnel porque el tren no tenía batería ni para luces de emergencia. Y ya se sabe que los listos aprovechan las oscuridades para hacer de las suyas.
@ignazio: con estos calores no aguantas ni dos días encima del caballo (tiene que ser un suplicio para las partes pudientes tanto roce con el sudor XDDDDD)
@alorza: hace unos meses leí una entrevista en el Semanal de James Lovelock y me sorprendió su apoyo a la energía nuclear pero esgrimía razones contundentes (me gustó lo que decía).
@iñaki: lo de Internet también es otro puntito. Yo me quedé un fin de semana enterito sin Internet y estaba que me subía por las paredes!!
@txipi: me encantaría vivir una experiencia así. Mis padres han venido del pueblo a la ciudad y en mi más tierna infancia también pude comprobar cómo era ese tipo de vida (y todo son recuerdos felices).
Ahora también entiendo tu lado más salvaje 😛
@sele: ¿y cuando el cielo se nuble para siempre?
Veo poco realista pensar en una sociedad sin electricidad. Es cierto que dependemos de energías fósiles, pero llegado un caso de auténtica crisis energética seguramente la sociedad sería menos crítica con la energía nuclear y se podría seguir tirando unos cuantos años hasta que las energías renovables y la fusión nuclear -no la fisión actual-, generasen energía inagotable.
De todas formas, conviene recordar que se puede vivir sin las comodidades que tenemos. Gran parte de la población mundial no tiene acceso a la electricidad. Evidentamente, esto supondría una crisis tremenda, puesto que habría que cambiar completamente nuestro sistema de vida, volver 100 años atrás en el tiempo. Y esa transición no es nada fácil.
Tirando del hilo que apunta Jaizki sobre nuestro sistema de vida, espero que no tengamos que vivir sin electricidad, porque hay unos cuantos cacharros de los que no me gustaría tener que prescindir.
Pero sí creo que deberemos adaptarnos a un modo de vida más sostenible. Y, precisamente, la tecnología nos puede ayudar a ello. Por ejemplo, mediante el teletrabajo. No tiene sentido que todos los días se colapsen las entradas y salidas de Bilbao a las horas punta, cuando muchas personas del atasco podrían hacer gran parte de su trabajo sin necesidad de desplazarse. Es cierto que la relación presencial (casi-) siempre seguirá siendo necesaria, pero combinándola con el teletrabajo se puede conseguir un modelo más sostenible.
Bueno, era sólo un ejemplo.
KaixoOo!
Bueno termino de descubrir tu blog…
Y me a parecido muuy interesante, ya tienes un lector diario mas!! JeJeJe
Lo de la electicidad llevas toda la razon los dias pasados por aqui tambien se fue la electricidad…
Es de esas cosas que das por hecho que nunca pueden fallar :S
Agur!
PD:Si quieres compartir enlace… Dejame un comentario
Lorena, crea un blog anti-stress y cuando te pasen esas cosas echas cuatro juramentos (escritos) y no veas lo relajado que te quedas… 🙂
Jope con el veranito! pero que calor que hace!!! Saludos desde las vacaciones jejejeje
Yo también he tenido una experiencia de apagón en casa, en invierno, a las 7 de la tarde, cuando ya había anochecido. Y no veas que aburrimiento, ni leer se podía. Aunque para la próxima vez lo tengo claro. Sexo !!!!!
Respecto a vivir sin electricidad, espero no tener que pasar por ello 🙂
@jaizki: sería una crisis que no podríamos superar. Supondría perder comunicación con el resto del mundo. Aislamiento de regiones y por tanto crisis económicas a gran escala. Espero no tener que vivir nunca algo así.
@iñaki: la verdad es que hay un montón de medidas que podríamos tomar para el ahorro energético (algunas muy sencillas), sin embargo, seguimos primando nuestra actual comodidad sobre un futuro incierto.
@rubendomfer: muchas gracias. Espero verte a menudo por aquí 😉
@stormboy: pues igual te hago caso. Se podría llamar «Improperios» o «Me cago en to’lo que se menea» xD
@ninja Cheburashka: eso de nombrar las vacaciones a una persona que no las tiene debería estar prohibido… Eres malo!! 😛
@txamu: nueve meses después del famoso apagón de Nueva York de 1965 hubo un incremento bestial del índice de natalidad (así que ojito con lo que se hace en lo oscuro)
A ver, a ver…. sin energía no se pueden hacer libros …. te quedan los paseos 🙂