No muchos sabrán que, antes de hacer la carrera de Ingeniería Informática, mi primera preferencia fue Bellas Artes. Me encantaba (y encanta) dibujar y pintar, aunque en la actualidad no pueda dedicarle tiempo. Sin embargo, me percaté de que iba a pasar mucho hambre. Y no porque las salidas laborales sean escasas (que lo son). Sino porque era incapaz de poner precio a mis obras. Ya comenté en mi charla de Candelaria, que como bien escribió Antonio Machado: «Es de necios confundir valor y precio«, y yo era incapaz de cuantificar el valor sentimental de mis cuadros. Así que me decanté por una carrera rodeada de máquinas (para dejar los sentimentalismos de lado ;-)).
La cuestión es que aún así, el mundo del arte me sigue cautivando extraordinariamente. Hace poco cayó en mis manos un libro en el que se muestran las cartas que Paul Gauguin intercambió con otros artistas y personas de la época (Escritos de un Rebelde). En una de ellas se relata como, durante su estancia en Arles, compartió vivienda con Vincent van Gogh. Con él tenía una relación extraña. Ambos se admiraban pero existían recelos. Además Vincent sufría duras depresiones que le hicieron cometer muchas locuras. Una de ellas, la más conocida fue cuando se cortó una oreja. Pero pocos saben que antes de hacerlo, intentó cortársela a Gauguin. Éste logró zafarse y huir de casa. Pero cuando volvió a por sus cosas se encontró el percal: van Gogh se había autoseccionado su oreja y se la había llevado a una prostituta de un burdel de Arlés.
Se dice de los artistas que son excéntricos y que siempre caminan por la delgada línea que separa la cordura de la locura. Y yo me pregunto, ¿no será que descubren algo que los demás no somos capaces ni de vislumbrar? Como siempre dice una amiga mía: bendita ignorancia que te da la felicidad 😉
La locura atrae mucho, eso es evidente, siempre que se vea de lejos. Los árabes (¿musulmaneS?) creen o creían que el hombre caía en la locura al ver el rostro de Alá, y al loco generalmente se le respetaba de forma especial en muchas sociedades, pero no sólo los artistas se mueven en esa línea divisoria entre la locura y la genialidad, también algunos de los más grandes científicos rebasaban a menudo ese borde en una u otra dirección. La locura debe de darle quizás una cierta libertad a nuestro cerebro para ver las cosas de otra forma (y no sólo para ver otras cosas). Pero la división entre cuerdos y locos es bastante artificial («La Luna Alfana», de Philip K. Dick es un buen ejemplo en forma de librito de ciencia-ficción), lo cual nos da la esperanza a los teóricamente cuerdos de llegar a ver alguna maravilla que nos lleve finalmente a la bendita locura.
Curiosamente también está la expresión «enloquecer de amor», y sea desde el más reclacitrante romanticismo o por los estudios neurológicos más recientes, sabemos que en tales estados de enamoramiento se ven las cosas, sobre todo al objeto de amor, de forma muy diferente a la realidad.
Pero si habíamos quedado en que la locura lleva a descubrimientos de nuevas cotas de realidad, ¿qué es ésta? ¿El resultado de anodinos y muy cuerdos experimentos y acuerdos entre la gente cuerda, o el universo que sólo el artista, el científico, el enamorado completamente locos pueden llegar a alcanzar y tal vez revelarnos?
Perdona la invasión, pero la locura me atrae (también como tema de pensamiento y de evasión de la… ¿realidad?).
Si te atrae el personaje de Gauguin, Vargas Llosa escribió hace unos años un libro titulado «El paraiso en la otra esquina» donde narra, saltando de una época a otra, los últimos años de este en su retiro en una isla tropical y la vida de su tía que fue una importante activista en la lucha por la igualdad de las mujeres. A mi me gustó bastante.
Yo también tuve mi época creativa: acuarelas, pastel, algún óleo….. ¿Qué pasó? Que descubrí la fotografía, que es bastante más rápida y menos absorbente.
8) Culpable, señoría
Las relaciones entre artistas son difíciles de comprender,pero hablando de valor- precio: Van Gogh era consciente de lo que estaba haciendo – a pesar de su inestabilidad-, Gauguin, que era un juergas, otro buen artista e inteligente, admiraba su trabajo. Se admiraban y respetaban mutuamente, eso no quita que tuvieran broncas con reacciones extremas.
Estas cosas, el caso de Van Gogh, está bastante documentado ya.
Y no fué su «locura» lo que le llevó a abrir nuevos caminos en el arte, precisamente. No confundamos eso.
A un artista, más en este caso, no le interesa el «precio» sino el valor de trabajo, al margen de reconocimientos. Ese valor tiene que ver con el trabajo bien hecho y una tendencia a buscar el perfeccionismo.
http://www3.vangoghmuseum.nl/vgm/index.jsp?page=16595&lang=nl
Yo creo que todos los artistas tienen un punto de locura, de ahí su genialidad. Ser creativo requiere, la mayoría de las veces, arriesgarse a probar cosas 🙂
No sé si estarás a tiempo de retomar tu carrera pictórica pero en algunos casos eso de no poder vender las obras se pasa con el tiempo y la experiencia. Mi madre es pintora y al principio, cuando empezó a pintar, era incapaz de vender ningún cuadro. Sólo los regalaba o los amontonaba en casa porque les cogía cariño. Pero llegó un momento en que se dio cuenta de que si quería dedicarse a lo que más le gustaba y aspiraba a poder vivir de ello tenía que poner sus obras a la venta. Sigue encariñándose con algún cuadro de vez en cuando, pero ya ha conseguido valorar su trabajo más allá de lo puramente emocional y la verdad que le va bastante bien y sigue disfrutando con la pintura igual que al principio.
Por cierto, me encanta Van Gogh!
saluditos
No hay mayor locura que la razón, pues es falsa, convenida y artificial, sólo la locura, nos hace de verdad ser como somos. No puede haber tantas razones como países.
Recomiendo el último viaje del juez Fjend, dónde un juez, tropieza con seres humanos y no con ciudadanos.
@mak: me temo que el «enloquecimiento amoroso» tiene un componente hormonal alto. Esto nubla nuestra mente y anula nuestras percepciones. Una locura no deseada 😉
@josemaria: muchísimas gracias por la recomendación. Me la apunto para estas vacaciones veraniegas.
@may: ¿tú también estuviste abducido por las pinturitas? A mí también me gusta la fotografía pero creo que son dos modalidades bastante diferenciadas. Nunca he sentido el apego que sentía por mis cuadros con ninguna de mis fotografías
@amaya: Gauguin era un juergas y además tuvo un puntito de Ley de Murphy en su vida. No vendió un cuadro en condiciones hasta su muerte… Eso también influye para que te vayas a vivir a Haiti a una cabaña 😉
@lillu: igual el problema es que a ser «diferente» le llamamos locura. Esta sociedad está demasiado encorsetada… Muchas gracias por contarme la experiencia de tu madre. Quizás algún día pegue un cambio radical en mi vida 😉
@alycie: me apunto también tu película. Muchas gracias 🙂
La locura, como el amor, ocurre o no, sin ningún poder real por nuestra parte.
BUENO YO QUIERO DECIR QUE ESTE BLOG ES EL MEJOR BLOG DEL MUNDO PORQUE ME ENCANTA LA HISTORIA SOBRETODO LA HISTORIA DE LA PINTURA QUIEN ALLA INVENTADO ESTE BLOG ES MUY LISTO PORQUE ME ENCATA.ADIOS.Y ME LLAMO NOELIA SANCHEZ SANCHEZ ADIOS CHAO