Historia de la torre Eiffel o cómo el tiempo demuestra nuestra estupidez

torre-eiffelIba a titular este post con algo impactante del tipo: «Guía para ser el perfecto bocachancla y no morir en el intento» o bien «Las opiniones son como los culos, todo el mundo tiene uno«. Pero tras el último taller de aprendices sobre posicionamiento, me ha quedado claro que hay que usar más palabras clave y menos verborrea poética.

La cuestión y fondo del post (hay que ver cómo me disperso los domingos…) es la historia de la torre Eiffel. Curiosa cuanto menos, puesto que, a pesar de que ahora es el símbolo indiscutible tanto de París como de Francia, resulta que en su tiempo, nadie dio un duro por el monumento. De hecho, años antes, fue ofrecida a la ciudad de Barcelona, que la rechazó diciendo que era algo raro y caro.

Esta obra de ingeniería de Alexandre Gustave Eiffel, se construyó allá por 1889 con motivo de la Exposición Universal de París, algo así como una Expo en la que se celebraba el centenario de la toma de la Bastilla. Con esa excusa se decidió montar algo «grande», pero tras ver la propuesta de la torre, a nadie le gustó e incluso se planteó que se desmontara tras la exposición. Se le llegó a tildar de monstruo de acero (quizás influyese que originalmente era de color amarillo…). Lo que salvó a este monstruo de la lapidación popular fue nada más y nada menos que la antenita que tenía en su cima, puesto que era excelente aliada en la Primera Guerra Mundial captando ondas de radio alemanas.

Y aquí va mi reflexión en alto: ¿quién decide lo que es arte o no? Ahora nadie se atrevería a poner en duda el valor artístico de la torre. Sin embargo, en sus primeros años fue muy cuestionada. Qué poco valor tiene nuestra opinión actual y qué traicionero puede ser el tiempo, que se encarga de ponernos en nuestro sitio y darnos o quitarnos la razón.

¡Ah, por cierto! ¿Sabíais que se trata de un monumento al que no se le puede asignar una altura concreta? La razón es que al estar hecha de metal, éste se dilata o contrae con las diferentes temperaturas. Con lo que puede a variar del orden de ocho centímetros.

Lorena Fernández Álvarez (@loretahur)

Ingeniera salsera. Actualmente, directora de comunicación digital de la Universidad de Deusto. Miembro del grupo experto de la Comisión Europea Gendered Innovations para analizar el impacto de no incorporar la perspectiva de género en la Inteligencia Artificial. Colabora en el programa de radio “Hoy por Hoy Bilbao” de la Cadena SER desde 2009 con una sección sobre nuevas tecnologías. Además, es jurado del premio Ada Byron a la mujer tecnóloga y mentora del proyecto Inspira STEAM, un proyecto que busca el fomento de la vocación científico-tecnológica entre las niñas. Ha creado junto a Pablo Garaizar e Iñigo Maestro el juego de mesa Nobel Run.

14 thoughts on “Historia de la torre Eiffel o cómo el tiempo demuestra nuestra estupidez

  1. Bueno, las tendencias se van cambiando con el tiempo, lo que ahora es bonito antes no lo es, etc… Ahora tiene un gran valor simbólico y bueno, habrá quien le guste y quien no. Como la pirámide de cristal de Louvre.

  2. Yo la verdad es que tampoco pienso que la torre Eiffel sea arte, más bien un enorme proyecto de ingeniería y arquitectura. Tal vez el autor quería expresar algo, pero a mi no me dice nada al verla.

    Eso si, yo no decido que es arte y que no lo es. Cada uno decide para sí mismo que es arte.

  3. El tiempo demuestra si es arte.
    Para mi este blog es bueno y para otro NO.
    Desde otro prisma esto que haces es arte.
    Expresion con mas o menos difusion
    Aunque parezca una estupidez.

  4. Tú no lo recordarás porque eres muy joven, pero sin irnos tan lejos ni tan atrás en el tiempo, en Bilbao nadie daba un duro por la caseta de Puppy y ahora es un emblema de la ciudad. Aquí no se discutió si el Guggenheim era arte o no, si no si era un proyecto necesario para la ciudad, más teniendo en cuenta el coste del mismo y lo que se podría hacer en materia de mejora de barrios con ese dinero. Hoy casi nadie duda de la validez del museo como impulsor de la mejora urbanística de Bilbao y como elemento promocional de la ciudad. Reconozco que yo fuí uno de los que no veía la necesidad de semejante inversión :-p

  5. En Valencia ya tenemos 4 monumentos emblemáticos y quieren ir a por el quinto, supongo que, no hay quinto malo, ni la Copa del América, ni el circuito urbano de Fórmula 1, y la lista sigue o seguirá.
    De todas formas, La inciclopedia, tiene hoy un buen artículo sobre el tema.
    http://inciclopedia.wikia.com/wiki/Portada
    ¡Salud!

  6. No se si será arte o no pero lo que sie stá claro es que decir Torre Eiffel es decir París. Es un emblema de la ciudad.
    Además las sensaciones que produce son similares a las de una obra de arte.

    Si algún día vaís a París, colocaros en el centro de los cuatro pilares y mirad hacia arriba. La sensación de pequeñez es enorme .;-)

  7. @julen: está claro que las tendencias cambian con el tiempo pero hay cosas que transcurrido éste, se hacen con un puesto de honor en nuestras vidas. Y creo que la Torre Eiffel es una de esas cosas.

    @sergio: uff… 8 centímetros son un mundo 😉

    @enekochan: pero ahí es donde entra mi dilema. Está claro que en un museo, el director del mismo es el que decide lo que es arte y lo que se expone (no hay más que ver algunas cosas del Guggenheim…). En nuestra casa, tres cuartos de lo mismo: eres tú el que tomas la decisión. Sin embargo, elementos que forman parte de ciudades y por tanto, son un poquito de cada ciudadano, ¿quién debe decidir qué es arte? Esta claro que es algo tan subjetivo que jamás se podría poner a todo el mundo de acuerdo. Menudo rodeo que me he pegado para aclarar que estoy echa un lío :S

    @larri: qué difícil es decidir qué es o no arte, y como tú dices, qué subjetivo y dependiente de la persona (incluso del estado anímico de la misma)

    @picapiedra: ¡eh, que soy joven pero no tanto! Recuerdo cómo se tildó de bilbainada al museo. Y luego lo mismo sucedió con el tranvía. Y mira ahora a los dos… los de Bilbao sí que no damos ni una 😀

    @mpiryko: me ha encantado el artículo que has mencionado. Sobre todo lo de Arte es todo lo que la historia del arte considera como tal.

    @josu: a mí también me parece una obra de arte. La estructura es simplemente increíble. Tengo en mi lista de to-do pasarme por París.

  8. y no veas como se mueve cuando sopla el aire allá arriba…
    sobre gustos.. los colores..
    en un tiempo opinas una cosa y después de otro poco de tempo puedes pensar otra.. el tempo da perspectivas diferentes..

  9. Hoy nadie discute el Guggen de Bilbao pero recuerdo hace años que despectivamente algunos lo llamaban «la coliflor».

    Sobre los comentarios de la torre Eiffel hubo una revista de arquitectura llamada La Construction Moderne que atacó duramente la construcción. Además un grupo de media centena de artistas (Protestation des Artistes) afirmó que la torres sería el «deshonor de París», la calificaba de «vertiginosamente ridícula» y la definieron como «esqueleto desgraciado».

    Afortunadamente el tiempo se encarga de dar y quitar razones.

  10. @trupitomanias: pues no quiero ni imaginarme allí con viento. Si paso miedo yo en mi balcón…

    @juanjo: pues el «esqueleto desgraciado» les podría dar ahora una patada en sus desgraciados cu*** 😉

  11. La verdad es que tienez razon.
    Cierto es tambien que el tiempo evoluciona el arte y nosotros tambien cambiamos y vemos el mundo de forma diferente.

    Yo le dejo una página donde están mucho mas datos de la torre, fotos de la construcción, detalles técnicos y precios y horarios de acceso entre otros.

    http://torre-eiffel.weebly.com/
    Saludos.

  12. en serio que es una de las mejores obras de arte del mundo kositas que necesitamos aprovechar la beleza del arte.

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