Si en el anterior post hablábamos de la importancia que están tomando las experiencias en nuestro ocio, algunas raras seguimos necesitando inmortalizarlas de alguna manera. Por cada viaje destacado, he intentado atraparlo con fotos (sin llegar al extremo de dejar de disfrutar del entorno por no sacar el ojo de la cámara) y luego con un álbum. Uno de esos que se puede degustar con el sentido del tacto (aunque si también tiene versión digital, mejor que mejor).
Así que hoy toca presentar una plataforma para hacer este trabajo de una manera sencilla que he podido probar gracias a Bloguzz: Pixmigo. Se pueden crear álbumes subiendo las fotos directamente (lo hace a todo meter y te avisa si estás intentando volver a subir una que ya tenías) o conectando nuestra cuenta de Facebook, Flickr, Picasa, … Funciona en la nube: no es necesario instalarse un programa para interactuar con ella (lo que la hace multiplataforma), pero a veces, el flash con el que trabaja ralentiza un poco la marcha. Con múltiples plantillas y formas de colocar las fotos, ahí es donde entra nuestra imaginación (el texto siempre ayuda a darle aún mayor personalidad). Es muy intuitivo para trabajar aunque se echa en falta un botón de deshacer (para las patosas de dedos gordos).
Una vez acabada la obra, te da la posibilidad de compartir el álbum de forma on-line, para que lo vean aquellas personas a las que les demos permisos y por supuesto, mandarlo a imprimir (con unos precios bastante majos). Y aquí es donde entra lo mejor, en mi opinión: el acabado. Un tacto envidiable, tapas duras, calidad de fotos y una fundita para guardarlo:
Así que transcurrido un año, por fin puedo volver a palpar mi viaje a Nueva York :-).
A ver cuando lo enseñamos!!
@may: tú pones las cervezas y yo el álbum 😉
Ya las pongo yo también si hace falta, que ya vale de encuentros espontáneos 😉
@iñigo: pues atento, que pronto habrá BBB y podremos compartir el derivado del lúpulo. Los encuentros casuales también tienen su encanto 🙂