Mañana, por fin podremos descansar tranquilos de todo el circo electoral y de la exaltación que algunos sienten alrededor de un partido político. Así que para todos ellos va esta parábola sufí que aparece en el libro Pollo con ciruelas, de Marjane Satrapi (gracias por el regalo, Susana 😀 ):
Cinco hombres se encuentran en un establo oscuro dentro del cual hay un elefante. Ninguno de ellos ha visto nunca un animal de aquella clase, y deciden tocarlo para definir su forma. Al cabo de una hora de inspección el primero afirma que se trata de un tubo enorme, el segundo asegura que es una columna, el tercero subraya que son cuatro, el cuarto proclama que es un asiento y el quinto dice que se parece a un gran abanico. De repente, se encendió una vela y los cinco hombres vieron el elefante entero. Cada uno de ellos tenía su propia visión del animal, según la parte que había tocado. La vida es parecida. Le damos un sentido dependiendo de nuestro punto de vista. Sólo la sabiduría, como la luz de la vela, puede aportarnos una visión global de la existencia. Y la llave de la sabiduría es la duda.
Estoy cansada de los que dicen que el elefante es un tubo enorme o es una columna porque no son capaces de quitarse sus orejeras partidistas y mirar más allá. No todo lo que hace un político está bien y no hay que estar siempre de acuerdo con todas sus actuaciones o en desacuerdo con las de la oposición. Ojalá el poder se pudiese compartir. Así dejaría de ser el único objetivo de la política actual. Porque no nos engañemos: mañana, cuando sean públicos los resultados, unos se pondrán el mono de desgaste al partido en el poder y otros el de desgaste a la oposición, pero muy pocos se centrarán en el ciudadano.
Amén.
Habrá que intentar buscar a esos ‘muy pocos’ que además estarán desperdigados por los distintos partidos políticos.
Oso ona Loretxo!!!
A ver si descansamos hasta dentro de cuatro años, aunque no lo creo :-((
Ahora que ha pasado el baile y nadie ha perdido, me jugaría el dinero que no tengo a que no se acuerdan de los ciudadanos para nada….
Es una de las contradicciones de la democracia ‘moderna’, el poder reside en el pueblo soberano que, mediante el voto nombra a sus representantes, hasta ahi bien, pero en estos sistemas de democracia indirecta lo que se hace es efectivamente ‘ceder’ el poder a quien forma gobierno que a partir de ahi aplica su propio criterio sin someterse a un control real por los votantes, porque los partidos en la oposición solo ejercen una especie de poder tambien ‘cedido’ por los votantes para buscar derrotar al contrario y obtener ellos el poder máximo para si mismos y ni unos (los que ganan unas elecciones) ni otros (los que las pierden) buscan o fomentan la participación real de quienes les dan ese poder.
Lo malo es que una democracia participativa seria muy dificil de conseguir ya que implicaria que los políticos perderian poder real y, por supuesto, eso no les interesa, la inmensa mayoria de los que se dedican a la política lo hacen para tener ‘el poder’, pocos, muy pocos tienen vocación de servicio.
Un saludo
Joel
Lore: mi
sombrero
A ver si esos «muy pocos», estén «desperdigados» por los partidos o al margen de ellos, son capaces de generar dinámicas de cambio real de la política. Seguro que la política cambiará en la medida que también lo haga la sociedad.
@Joel: pues habrá que pelear por una democracia deliberativa. Aunque para eso queda una tarea muy dura: enseñar a los ciudadanos a participar.
@Iñaki: de hecho, la sociedad es la que se tiene que poner las pilas. La política es un poco como el diccionario de la RAE, que va recogiendo las mutaciones que hacen las personas del lenguaje.
Si, pero ‘el mas difícil todavía’ va a ser enseñar a los políticos que tienen que permitir la participación…
Un saludo
Joel