El sábado Ícaro Moyano, director de comunicación de Tuenti, la socióloga de la UPV Maialen Garmendia y una servidora «madrugamos» para estar con Javi Vizcaíno en el programa de Radio Euskadi Más Que Palabras.
La mecha de la charlada fue la noticia que trascendió esta semana sobre el Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Arturo Canalda, cuando comentó (o se sacó de contexto… no lo tengo muy claro) que se había dado de alta en Tuenti con un perfil falso para ver lo que hacían sus hijos.
Le copio el título del post vilmente a Genís Roca porque creo que está sembrado cuando dice que «La mayoría de jóvenes no son nativos digitales sino huérfanos digitales. Crecen en la red sin sus padres«. El miedo a lo que hay tras las pantallas de los ordenadores hace que muchos hijos tengan que pasear por la Red sin el acompañamiento de sus padres. La incertidumbre que a todos nos genera lo que no controlamos plantea varias reacciones:
- La prohibición del uso de las herramientas, logrando con ello que nuestros hijos sean en cierta manera excluidos sociales (cójase esto con pinzas).
- El espionaje y el control fundamentado en la desconfianza.
- La educación en valores. Navegar con ellos, aunque no sepamos lo que es una red social, para convertirnos en su referente de comportamiento. La diferencia entre un adolescente y un adulto que se enfrenta por primera vez a algo novedoso es que ese adulto lleva ya mucha experiencia a sus espaldas que puede aplicar ante nuevas situaciones.
Aquí está el audio:
Imagen de Inferis (CC-by-sa).
El problema no es Internet. El problema es de aquellos padres que no saben o no pueden educar a sus hijos.
Y es que esos que espían a sus hijos en la red son los mismos que les inspeccionan los cajones de su habitación cuando están en el colegio, o que les siguen a escondidas cuando sales con sus amigos.
Vivir la red con tus hijos, que no es lo mismo que investigar a tus hijos en la red.
En vez de prohibir jugar a los video juegos a tus hijos, jugar con ellos, navegar con ellos etc. Son consejos que vengo dando y recibiendo hace 20 años. ¿Hay alguien que no se ha enterado todavía?
Los padre deberian estar de alta en Tuenti, Facebook, Myspace, Messenger, etc. pero de manera publica, no con engaños y manipulación. Siempre es mejor saber quien son los amigos de tus hijos, sin nadie engañando a nadie.
No solo huérfanos, Lore: tampoco van a encontrar mucha orientación en el sistema educativo, que tiene un pánico espantoso a las redes sociales. El problema es parecido al de la educación sexual: a los padres les da reparos, y a los profesores miedo.
@genis: de acuerdo contigo en parte. Es muy probable que los padres que en la vida offline registran los cajones de sus hijos, se dediquen a espiarles en las redes sociales. Ahora bien, los que no lo hacen fuera de Internet igual se lanzan aquí ante el desconocimiento de lo que se hace en la Red. Date cuenta que su único contacto con este mundo son los medios de comunicación tradicionales, que curiosamente suelen sólo mostrar el lado más oscuro de las herramientas.
@pasapues: amén. Que tu madre y tu padre lo sean con nombres y apellidos en el parque, en el colegio y en Tuenti.
@ángel: triste realidad (pero doy fe de lo que dices…). De todas maneras, poco a poco les tocará subirse al carro. Sobre todo cuando se pongan a dar una clase mientras sus alumnos no hacen más que escribir cosas en una pantalla azul en sus portátiles en el mundo de la educación 2.0 :-S
Por una parte está bien esto de ver cuanto pía la gente sobre un post, pero por otra no acabo de ver que aporta a la conversación en comentarios tanto tuit de lo mismo.
Bueno, a lo que iba, no veo la necesidad de ir con nombres y apellidos por la red: para relacionarme con mis hijas me basta con decirles cual es mi nick.
Tampoco veo muy claro que sea bueno que vaya a las redes sociales donde no hubiera ido sin no fuera por ellas. Es decir que soy contacto de mis hijas en facebook porque estaba en facebook de antes y nos encanta jugar a Farmville juntas. Pero no me voy a hacer de tuenti solo para ver que hacen por allí cuando se les ocurra (si no se les ha
ocurrido ya) hacerse una cuenta tuenti.
Eso sería efectivamente como seguirlas por la calle a escondidas o abiertamente…
Sobre prohibir el acceso a internet me parece que es como ponerle puertas al campo, anda que no hay cibercafés. Efectivamente mejor dar responsabilidad y posibilidad de hablar sobre los problemas que pueden surgir.
En cuanto a los ordenadores en clase los hay que los meten en nitrógeno líquido para no ver pantallas de ningún color 🙂
(el artículo dónde lo leí Wide Web of diversions gets laptops evicted from lecture halls
Abrazos dispersos (pasé a felicitar a Jaío por sus números domésticos y acabé aquí…)
@anónima: como dijo Jack el Destripador, vayamos por partes ;-), que tu comentario es muy jugoso:
1) Lo de los gorjeos de twitter es cierto. Instalé este plugin para poder traerme la conversación que se dispersa al blog, pero por ahora en twitter no veo nueva conversación sino RTs. Veremos cómo evoluciona la cosa y si no cambia, lo terminaré quitando.
2) En la Red ya no es necesario un nombre y unos apellidos para identificarte. Sin ir más lejos a mí se me conoce más por mi nick. Con que tus hijos sepan eso, ya basta. Pero de lo que se habló aquí es de alguien que se escondió tras unos arbustos para vigilar qué estaban haciendo.
3) Ir a redes sociales en las que no estabas: totalmente de acuerdo. Seguro que con un ejemplo de la vida offline se ve claro: ¿a que no iríamos a una discoteca sólo porque los hijos han empezado a acudir? Sería «gracioso» cuanto menos…
4) Tremendo el vídeo xDDD. Como tú comentas, las prohibiciones raramente funcionan y suelen encima conseguir el efecto contrario. Si ya lo dijo Freud: la prohibición hace que emerja un deseo.
5) Espero que esta visita desde casa de Jaio se repita porque me ha encantado la charla 😉