El verano está calentito y no sólo por las altas temperaturas que nos derriten estos días. Y si no, que se lo digan a los responsables de Facebook, que acaban de recibir una denuncia en Los Angeles por parte de cinco usuarios, que les acusan de «violar las leyes de protección de datos y ofrecer a anunciantes información privada«.
Pero, ¿esos usuarios hicieron clic en el botón Registro, indicando con ello que habían leído y aceptado las Condiciones de uso y la Política de privacidad? Hay unas condiciones abusivas que todos deberíamos ya tener más que presentes: jugamos con sus reglas (no me vale la pataleta posterior). Está claro que Facebook no nos lo va a poner fácil (es una empresa que quiere monetizar su materia prima: los datos de los usuarios). Así que usará mucha palabrería y términos técnicos para que no entendamos ni jota o nos dé pereza la lectura completa de sus condiciones de uso. Pero aún así hay párrafos muy claritos:
» […] Para el contenido protegido por derechos de propiedad intelectual, como fotografías y vídeos, nos concedes específicamente el siguiente permiso, de acuerdo con la configuración de privacidad y aplicaciones: nos concedes una licencia no exclusiva, transferible, con posibilidad de ser sub otorgada, sin royalties, aplicable globalmente, para utilizar cualquier contenido de PI que publiques en Facebook o en conexión con Facebook. Esta licencia finaliza cuando eliminas tu contenido o tu cuenta (excepto en el caso en que tu contenido se ha compartido con terceros y éstos no lo han eliminado)»
Es decir, todo lo que subas al caralibro podrá ser usado y vendido a terceros. Pero hay más:
Cuando visitas Facebook nos proporcionas dos tipos de información: por un lado, datos personales que revelas conscientemente y, por otro lado, información de uso que recopilamos a medida que interactúas con nuestro sitio web.
[…] Como usuario, publicas contenido (tal y como éste se define en las Condiciones de uso de Facebook) en el sitio bajo tu propia responsabilidad. A pesar de que te permitimos establecer opciones de privacidad que limitan el acceso a tus páginas, debes tener en cuenta que ninguna medida de seguridad es perfecta o inexpugnable. Recuerda que no podemos controlar las acciones de los usuarios con quienes decides compartir tus páginas e información. Por lo tanto, no podemos garantizar ni aseguramos que el contenido que publiques en el sitio no será visto por personas no autorizadas. No nos hacemos responsables de que algún usuario burle las configuraciones de privacidad o las medidas de seguridad del sitio. Entiendes y aceptas que, incluso después de la eliminación de contenido perteneciente a un usuario, copias del mismo pueden permanecer visibles en páginas en memoria cache o archivadas, o bien si otros usuarios lo han copiado o almacenado.
[…] Facebook también puede recabar información sobre ti de otras fuentes, como periódicos, blogs, servicios de mensajería instantánea y a través del uso que otros usuarios hagan del servicio de Facebook (por ejemplo, al etiquetar fotos) para así proporcionarte información más útil y una experiencia más personalizada.
No sólo pueden usar tu información cuando quieran, sino que si la lías parda, eres el total responsable. Y por supuesto, si ellos pierden algo, no se hacen cargo. Pero es lo que hay. De hecho, en abril de este año, Facebook animó a sus usuarios a crear un borrador colaborativo de los Términos y Condiciones. Luego se sometió a votación el cambio a ese borrador o continuar con la anterior política. ¿Imagináis cuántos participaron? A pesar de que Facebook anunció la votación de los TOS en la página inicial de todos los usuarios, menos del 1% que lo vio, participó.
Nos reservamos el derecho de cambiar nuestra Política de privacidad y nuestras Condiciones de uso en cualquier momento. Los cambios no materiales y aclaraciones entrarán en vigor inmediatamente, mientras que los cambios materiales entrarán en vigor a los 30 días de su publicación en esta página.
Por cierto, también recordar que Facebook se rige por la legislación estadounidense.
Mi recomendación (no me cansaré de repetir una y otra vez): no compartir en Facebook información que no quieras que sea conocida por todo el mundo, porque no sabes qué usos futuros se podrá hacer de la misma. Esto no es un alegato para demonizar la herramienta, ni mucho menos. Es como decir que para evitar contagios virales no salgas de casa. Simplemente es para que seamos conscientes de a qué nos exponemos. Con toda la información en la mano, que cada uno decida qué hace y qué no.
Por cierto, en el último taller de Aprendices sobre propiedad intelectual se habló de un posible proyecto consistente en publicar en palabras fáciles y llanas las condiciones de uso de las plataformas web. ¿Alguien se anima?
Gracias a MaY por el aviso de la noticia.
Foto de robleto – CC-by-nc-nd
El problema con las palabras llanas y fáciles es que sólo pueden ser un resumen de un texto legal conciso, con sus palabras técnicas cuyo significado no está sujeto a interpretaciones, con lo que se añadiría el pedazo tocho y un resumen que encima no es del todo correcto precisamente por no usar palabras técnicas ni concisas.
Vamos, que es un problema.
Yo, por mi parte, no subo fotos ni otros contenidos a feisbu y no por que se los vayan a vender a sabediosquien sino por que no me apetece que un posible «amigo» que no lo es tanto vea lo que no quiero que vea, como le digo a mi hija, como en la vida misma.
Si tu firmas un contrato que contiene una cláusula que va en contra de la legalidad, esa cláusula no es válida, por mucho que la hayas firmado.
Aunque no deja de ser culpa de los usuarios por no ser conscientes de dónde se metían.
Esto por desgracia no es nuevo, pero bueno servidor prudentemente lo utiliza para mantenerse en contacto con gente, y lugar de encuentro, no un lugar donde compartir mi vida (o en su defecto regalársela al caralibro) 😉
Tal y como han indicado algunos compañeros, las cláusulas abusivas no son legales, aunque se hayan firmado por las partes. El problema está en el lugar y ámbito de actuación y aplicación de la ley.
@Arturios: Creative Commons funciona así. Ilustra a los usuarios con cuatro dibujitos muy sencillos de entender, pero detrás de esos dibujos está el texto legal aplicable. Esa sería la idea.
@Morpheus: el problema suele estar en el ámbito de esa legislación. ¿Y si Facebook se inscribe en las islas Caimán? Por mucho que no cumpla la legalidad española, ellos no están sujetos.
@Gorka: yo hago exactamente lo mismo. Para mí Facebook es como mi móvil. Mando y recibo SMS’s, pero si mañana los borro todos de la memoria del teléfono, no habré perdido gran cosa 😀
@Fran: efectivamente, como le he contestado a Morpheus, la cuestión está en bajo qué legislación actúan estas redes sociales. La estadounidense es muy diferente de la española (de temas de LPD ni hablamos…)
Noticias como ésta me hacen pensar en lo siguiente: ¿Por qué en este mundo de la web 2.0 nos seguimos arrastrando por empresas que «quieren monetizar su materia prima, es decir, nuestros datos e informaciones»? ¿Y si empezáramos a objetar como en la mili y utilizar sólo servicios y herramientas libres -de empresa- como la wikipedia?
Has puesto el ejemplo de Creative Commons: ¿Hay una empresa detrás de esta marca que se beneficia de alguna manera cada vez que utilizamos esta licencia?
Creo que todo esto nos puede llevar a una reflexión bastante profunda: Hay un choque entre la concepción de un proyecto como algo que aporta valor y se enriquece de todas las aportaciones (wikipedia, ¿no?) y el proyecto que trata de «chuparnos» información y datos para monetizarlos, y para ello tiene que ofrecernos algún tipo de anzuelo donde piquemos…
Un saludo y muchas gracias por todo, Lorena!
Maite
No hay que olvidar una cosa muy importante que está en el origen de las prácticas abusivas, lo mismo que de manera análoga, por ejemplo, en otros fenómenos como la corrupción sindical: un estado crónico de subfinanciación. Cuando todo el mundo es afiliado de cuota resulta posible conseguir un equilibrio entre ingresos y gastos y no hace falta trampear con ayudas de la Unión Europea ni con el dinero de los ahorradores.
Facebook es gratis; los ingresos por publicidad no dan para pagar las facturas. La venta sistemática de datos del suscriptor para fines de marketing, investigación sociológica o para incrementar el poder de los gobiernos es inevitable en estas circunstancias. Otra cosa sería si hubiera que pagar. Los balances estarían equilibrados. Pero entonces solamente nos apuntaríamos un puñado de elitistas y reaccionarios estéticos pasados de moda, no millones que es lo que realmente interesa al creador de una de esas redes sociales.
Asi que queridos y queridas, a Lorena haced caso y mucho cuidadín con lo que en vuestros muros escribís.
@Maite: sería bonito, pero insostenible. La Wikipedia sobrevive gracias a las donaciones, pero si todas las empresas de Internet adoptasen el mismo modelo, me temo que se iban a pique. Creative Commons es una ONG (literal, vamos, que es una organización no gubernamental sin ánimo de lucro). Y efectivamente, como comenta Patxi, para una empresa es difícil rentabilizar el negocio del freeconomics. Lo que no justifica usos abusivos, pero es una salida fácil de la autopista.
@Patxi: no podría estar más de acuerdo contigo. El mundo de la publicidad en las plataformas web está muy malito. Igual que lo está en los medios de comunicación tradicional. Lo que hay que buscar es salidas en forma de modelos de negocio que no tengan tanta dependencia de esa publicidad. Algunos se buscan la vía fácil vendiendo datos. Ojalá algún día encontremos otras fórmulas.
«Ojalá algún día encontremos otras fórmulas»: creo que ahí está la clave.
Las organizaciones (incluidas, por supuesto, las empresas) son conjuntos de personas que trabajan en cooperación (dentro y fuera de su perímetro) para aportar un valor. Si no aportan valor, no tienen sentido y se crean todo tipo de contradicciones y fricciones en sus intentos de autojustificación y venta. Todas las organizaciones necesitan financiación en mayor o menor grado, como indica Patxi.
Pero resulta que hoy en muchos casos la monetarización no depende de la aportación de valor que hacen, porque se tiende a ofrecer valor de forma gratuita (facebook, por ejemplo). Entonces, tienen que buscar otros mecanismos para su monetarización. Hasta aquí bien.
El problema surge de que esos mecanismos de monetarización suponen una detracción de valor del que no siempre somos conscientes… En este sentido, advertencias como las de Lorena son muy oportunas.
¿Y si encontraramos fórmulas de financiación, de monetarización que no detraigan valor?
Perdonad el rollo pero es que me interesa mucho el tema de distinguir el valor real aportado (riqueza) del valor monetario… Estoy trabajando sobre este tema.
Un saludo,