Si te hago la pregunta «¿Qué sabe Facebook de ti?», probablemente te venga a la cabeza lo evidente: todo aquello que publicas tú o las personas que te rodean, los comentarios que dejas, los likes que das… Una buena colección de datos, teniendo en cuenta que en 2014, la red social anunció que se cargaban diariamente en torno a 600 terabytes de datos. Repito: diariamente. Repito: 600 terabytes.
Pero hay una colección de datos ingente que también tiene la plataforma y que quizás no seamos tan conscientes que recopila. Os recomiendo la lectura de este artículo, donde Vicki Boykis hace un análisis pormenorizado.
¿Sabe Facebook cosas antes de que siquiera las publiques?
¿Sabías que Facebook guarda cosas que ni has publicado? No se trata de una historia distópica de ciencia ficción al más puro estilo de Minority Report. Es algo mucho más sencillo (aunque deje el mismo mal cuerpo…). La recopilación de datos de Facebook comienza antes de le des al botón de “Publicar”. Mientras estás preparando tu mensaje en la caja de publicaciones, Facebook ya recoge tus pulsaciones de teclado. También almacena imágenes que no subimos pero que automáticamente coge la app del carrete de nuestro móvil para sugerirnos su publicación. ¿Y cómo sabemos eso? Porque Facebook ha usado esos datos, por ejemplo, en esta investigación de autocensura (PDF).
We report results from an exploratory analysis examining “last-minute” self-censorship, or content that is filtered after being written, on Facebook. We collected data from 3.9 million users over 17 days and associate self-censorship behavior with features describing users, their social graph, and the interactions between them.
Es decir, que si has escrito algo como, «Odio a mi jefe.», y en el último momento te arrepentiste y no lo publicaste, Facebook lo sabe.
Según los datos de este estudio, un tercio del contenido que se genera en la red social, no llega a publicarse porque los usuarios deciden retirarlo en el último momento. Es más habitual la autocensura de posts (33% de las ocasiones), que de comentarios (13% de las veces). También que los hombres se autocensuran más que las mujeres, pero solo en lo que respecta a la generación de nuevo contenido porque en los comentarios, ambos se retractan en la misma proporción.
Siguiendo con ese estudio, podemos ver los campos que se analizaron:
Lo interesante aquí son los siguientes campos: mensajes eliminados, comentarios eliminados y checkins eliminados. Al igual que no hay garantía de que las cosas que no escribiste no se estén almacenando, no hay garantía de que, si eliminas datos, se eliminen realmente.
Después de publicar: lo que Facebook recopila sobre ti
Facebook, obviamente, recoge todos los datos que nosotros le indicamos específicamente: afiliación política, lugar de trabajo, películas favoritas, libros favoritos, lugares donde hemos estado y hemos hecho check-in, comentarios y todas nuestras reacciones a los posts… Facebook permite descargar un subconjunto de los datos que tiene en su base de datos sobre nosotros. En ese subconjunto aparecen:
- Fotos que he subido y fotos en las que se me ha etiquetado.
- Vídeos.
- Todo lo que he publicado en mi timeline (incluidos los eventos que he indicado que me interesan, lo que otras personas han publicado en mi timeline, memorias compartidas).
- Amigos y cuando hemos establecido amistad en Facebook.
- Todos los mensajes privados.
- Eventos a los que he asistido.
- Cada dispositivo en el que me he logueado.
- Anuncios que me podrían interesar. Esto no es algo que Facebook genera con su algoritmo en base a las cosas que he publicado.
En ocasiones, cuando me encuentro perdida y no sé qué me pasa, me dan ganas de preguntarle a Facebook. Estoy convencida de que me conoce mejor que yo misma.
Imagen de Andrew Sorensen (CC by-nc)
Me dan miedo las grandes empresas con todos los datos que tienen sobre todos los que tenemos mucha vida digital. A través del BIG DATA pueden saber más cosas sobre nosotros mismos de lo que nos imaginamos. Incluso pueden llegar a conclusiones sobre nosotros que ni uno mismo puede saber.
Lo importante en el uso de los datos es la ética y las buenas practicas. Cómo todo, los datos son una herramienta y depende de como la uses.
El otro día leí un artículo que viene al caso sobre el negocio que se está creando al rededor de la «muerte digital». Es este:
http://digitalmarketingtrends.es/una-vida-digital-despues-de-la-muerte/
Es decir, cuando morimos ahora dejamos muchísima información online, fotos, imágenes, toda nuestra historia. ¿Cuantos tipos de negocios pueden crecer alrededor de esto? A mi se me ocurren muchísimos.