Llevo ya más de año y medio generando silencios y sonidos a partes iguales. Es costumbre que cada una de las recomendaciones musicales que publico vaya acompañada de su respectivo vídeo para poder disfrutar no sólo del audio (algunos videoclips son también auténticas obras de arte). Pero no siempre es fácil conseguirlo porque YouTube me devuelve su famoso mensaje de «Inserción desactivada por solicitud«. Dicho de otra manera: «me gusta Internet para promocionar a mis artistas pero lo ves donde yo te diga y como yo te diga». Esa es la premisa que siguen las grandes discográficas cuando suben videoclips de sus grupos. Podrás contemplarlos en la famosa plataforma, pero que ni se te pase por la cabeza colocarlos en tu blog, no vaya a ser que las reproducciones dejen de estar acompañadas de la publicidad de la que reciben comisión.
Por eso, cuando me enteré del lanzamiento de Vevo, me inundó la alegría (qué poco dura últimamente… 🙁 ). Esta plataforma está a apenas unas horas de ver la luz y será un lugar de encuentro para todos los videoclips de las bandas que publican bajo tres de las discográficas más poderosas: EMI, Universal y Sony. Eso sí, de nuevo vuelven con la misma cantinela: podrás ver lo que quieras en su plataforma pero que no se te pase por la cabeza poder enchufarlos en tu blog, tu perfil de facebook, tu página web, … Parece que la difusión de los internautas sí interesa en campañas virales como la de Looking for Paradise de Alejandro Sanz, pero no para el videoclip oficial del artista junto a Shakira. Tampoco los usuarios podrán contribuir con sus contenidos. Así que se confirma la función de mero escaparate (para más inri el slogan es VEVO: 1.music 2.videos 3.you… ¿dónde está el you?).
No deja de sorprenderme la relación de las discográficas con Internet (y más en los tiempos de rayos y centellas que nos azotan). Una relación cargada de hipocresía: dejamos que se vean nuestros contenidos pero necesitamos ingresos por ello y sin embargo, no valoramos la repercusión que tiene que millones de internautas lleguen hasta nuestros artistas. Si bien en radios se paga por reproducciones o números unos en listas, aquí no funciona esto.
Seguimos viendo que la balanza que impulsa la cultura es ni más ni menos que la publicidad. Luego se quejarán de las injerencias de la Red y el modelo del todo gratis. Ese modelo que hemos ido adaptando los internautas (y que no digo que sea el correcto) viene heredado no sólo de este medio: si funcionan televisiones, radios, algunas publicaciones, etc… de forma gratuita es porque entre col y col: lechuga. O lo que es lo mismo, a cambio de la publicidad, aquí tienes lo tuyo. Pero no se puede estar en misa y tocando las campanas. Así que o nos financiamos mediante publicidad o lo hacemos a través de los ingresos de los consumidores. Pero no vale darle a todos los palos.
Imagen de Daquella manera (CC-by)
Inexplicable que no dejen la inserción en sitios de terceros. Si la publicidad va incrustada en el vídeo ¿no será mejor que tengan el máximo de visionados?
En fin. MTVMusica no da problemas de inserción:
http://www.blogoff.es/2009/09/22/mtvmusicaes-y-las-debilidades-de-youtube/
Ni me había enterado de lo de vevo, así que visito su página y va y no funciona, el código fuente me devuelve una página en blanco (con su html, body y nada más).
Al cabo de un rato lo intento y me dice que no estoy available en mi country.
En fin, además de una política nefasta, son nefastos haciendo webs.
Vamos a decirlo todo: el dinero es lo que al final hace moverse a todo quisqui. Y las discográficas, al final, lo que van a hacer es darte un disco con una pequeña carga explosiva y el cartel de «Este disco se autodestruirá a la segunda reproducción».
Partamos del hecho de que, como dice un amigo mío, «si se puede reproducir (ver y/o escuchar), se puede piratear». Pues básicamente ese ha sido el método de aprendizaje humano en más de 10.000 años de civilización: la copia. Escribas, monjes, trovadores, alquimistas, científicos… todos, como decía Newton, han aprovechado los trabajos anteriores para alcanzar nuevas cotas del conocimiento.
Pero claro, de eso no se saca dinero. mmm… daría para un artículo serio en la revista UD o similar….