El sábado estaré en la tercera edición de GetxoBlog hablando de Identidad Digital: sus ventajas e inconvenientes (espero no caer en el alarmismo que últimamente impregna esto…). Será a las 17:00 en la Fonoteca de la Escuela de Música «Andrés Isasi» de Las Arenas (Getxo).
A pesar de que a muchos les ha dado por satanizar a las herramientas en todo este proceso de ombliguismo y aireo de intimidades, me temo que ellas no tienen la culpa ;-). No es tanto analizar esto como los cambios en comportamientos y la forma en que interaccionamos y nos comunicamos. Por eso me voy más a tierras de la psicología (donde soy una extrajera, así que espero no profanar muchas tumbas…) que a tierras tecnológicas. Y la ventana de JoHari me viene de perlas para ilustrarlo.
Esta teoría fue expuesta por Joseph Luft y Harry Ingham, dos investigadores estadounidenses, allá por 1955. Se trata de un modelo que muestra nuestras interrelaciones desde dos prismas: cómo y cuánto nos exponemos a los demás y cómo y cuánto nos conocemos nosotros mismos.
Vemos que hay cuatro cristales en esta ventana:
- I – Cristal abierto: lo que yo conozco de mí misma y que además sabe el resto del mundo. Dicho de otra manera, ese nuevo palabro que se está poniendo de moda: la extimidad, aquello que hacemos público y accesible a todos.
- II – Cristal oculto: lo que yo sé de mí misma pero no comparto con los demás o ese bien cada vez menos preciado que es la intimidad.
- III – Cristal ciego: todo aquello que los demás ven en nosotros y nosotros no detectamos (la impresión que causamos en los demás).
- IV – Cristal desconocido: lo que no sabemos nosotros ni los demás (el inconsciente).
En este caso me voy a centrar en las dos primeras áreas, que son las que más están evolucionando. Si bien la zona I (abierta) antes crecía al mismo ritmo que la confianza (es decir, contra más conocías a alguien, más exponías de ti a esa persona), hoy en día esa zona está canibalizando a la II (oculta) sin casi necesidad de un contacto previo. Nos gusta mostrarnos, hablar de nosotros mismos (o como diría un buen amigo, escuchar cómo suena nuestra voz). Pocas cosas quedan en ese segundo cuadrante y casi siempre son cosas que nos avergüenzan o no queremos que se sepan por el «qué dirán».
Pudiera parecer que tener una gran zona abierta es positivo porque somos más y más transparentes (analizando este término en su vertiente de franqueza y honradez). Sin embargo, desde mi opinión más personal, también veo que esto debilita los lazos de nuestras relaciones. Una persona que de buenas a primeras me cuenta sus intimidades no está reservando nada para cuando yo demuestre que efectivamente soy merecedora de esas intimidades (ya os digo que es una percepción totalmente personal).
Otra cuestión interesante es la fractura relacional que se produce entre personas de diferentes generaciones que tienen ventanas muy distintas: una con una zona abierta excesivamente amplia frente a otra que no funciona de la misma manera, juega con una clara desventaja ante esta asimetría. Pongamos un ejemplo muy típico en esto de las redes sociales: una entrevista de trabajo. Se habla de que en el futuro, los jóvenes que vayan en busca de empleo se tendrán que enfrentar a la temible lupa de Google. Esto ahora puede ser un problema si el empleador tiene una ventana de JoHari compensada (zona I y II similares) y el candidato una ventana descompensada (zona I inusitadamente grande). Pero en un futuro, esto cada vez se dará menos: tanto el empleador como el empleado tendrán una ventana similar.
Está claro que las nuevas tecnologías ayudan a reducir la zona II porque ayudan a comunicar. Pero no son las que encendieron la mecha (aunque sirvan de catalizador). Para todos aquellos que dicen que esta extimidad viene de la mano de las redes sociales virtuales, sólo un dato: el reality show Gran Hermano nació en 1997. Facebook lo hizo en 2004.
Gracias, bichin!!…. jajajaja
Un beso muy fuerte,
andrei
Gracias por la charla. Fue deliciosa. Un verdadero «bocatto di cardinale». Aunas juventud y veteranía, frescura y densidad en lo que dices.
Y lo que pienso fardar a partir de ahora hablando de la ventana de JoHari y un par de «palabros» más que anoté.
@rafael: muchísimas gracias. Disfrute mucho ayer porque estuve muy a gusto. Como en casa 🙂