Tu cara me suena

Banksy

Artículo publicado en la Revista Deusto Nº 124 (otoño 2014).

En cuántas películas y series de televisión habremos visto aplicaciones informáticas que, a modo de escáner, analizaban imágenes de una cámara para reconocer las caras de personas utilizando una inmensa base de datos. ¿Realidad o ficción? Pues lamentablemente para nuestra intimidad, cada vez menos ficción. Y no estamos hablando de herramientas del FBI (que también), sino más bien de redes sociales, que van acumulando una cantidad ingente de fotografías con rostros en ese nuevo concepto de moda en internet que es el Big Data.

¿Qué herramientas de reconocimiento facial hay en el mercado? Empecemos por lo esperado: las agencias de seguridad. A través de la documentación filtrada por Edward Snowden descubrimos que la NSA (la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense) recolecta de manera masiva imágenes de internet para hacer pruebas con su software de reconocimiento de rostros, llamado Tundra Freeze. El FBI también acaba de estrenar un sistema denominado Next Generation Identification (NGI) con millones de imágenes en una base de datos de los 50 estados norteamericanos. Pero es curioso saber que NGI no es muy bueno que digamos: a una fotografía dada, devuelve una lista de 50 posibilidades, con un 85% de posibilidades de que la persona correcta esté en esa lista.

Como no podía ser de otra manera cuando hablamos de caras, Facebook tenía que estar en la picota con su sistema DeepFace. Si le damos dos imágenes, nos dirá con un 97% de precisión si son la misma persona. ¿Por qué es más potente el sistema de Facebook que el del FBI? Sencillo: porque cuenta con más fotografías (250 billones de imágenes frente a 50 millones) y de mejor calidad. Mientras que muchas de las que tiene el FBI están tomadas por cámaras de videovigilancia, siendo la resolución y el ángulo malo, Facebook cuenta con las que nosotros subimos, de una gran calidad y haciéndole parte del trabajo con el etiquetado de personas.

Por supuesto, Google no se queda fuera del juego. Con su producto estrella, las Google Glass, está trabajando en programas de reconocimiento facial, aunque lo hace con cautela por las presiones que está recibiendo del Senado de Estados Unidos. De hecho, ya han trascendido noticias de que la policía de Nueva York las está probando para disponer rápidamente de información sobre sospechosos.

Tenemos también otras apps como es el caso de NameTag, una herramienta que permite que saquemos una foto con el móvil y ésta sea contrastada con millones de imágenes de personas extraídas de las redes sociales. Si hay alguna coincidencia, no solo nos devolverá su nombre, sino también otras imágenes y sus perfiles en diferentes redes sociales como Facebook, Twitter e Instagram. Incluso podremos saber si esa persona está buscando pareja en servicios de citas online tipo Match.com. Está disponible para Android, iOS y quieren también integrarla en Google Glass.

Otros sistemas combinan el reconocimiento facial y la geolocalización. Es el caso del proyecto Facedeals. La idea es que no sea necesario ya que hagamos checkin en los lugares de manera activa a través de redes tipo Foursquare, sino que directamente, esos espacios cuenten con una cámara que, al entrar, compruebe si estamos en la base de datos de usuarios que han dado su aprobación a Facedeals en Facebook. De esta manera, podrá consultar los ‘Me gusta’ que tenemos en esta red social para enviarnos al móvil una promoción exclusiva en base a nuestros gustos.

El reconocimiento facial también se está trabajando como elemento biométrico de acceso a sistemas. Es decir, que nuestra cara podría ser nuestra próxima contraseña. Por supuesto, hay que evolucionar aún mucho estas herramientas para que no haya peligro de suplantación con máscaras. Por ejemplo, se están investigando medidas que supongan el movimiento de nuestra cara, como es el caso de un guiño.

Lejos van a quedar esos días en los que, las personas que somos terriblemente malas recordando nombres y caras, tengamos problemas. O incluso aquellas que sufren de prosopagnosia (enfermedad caracterizada por una incapacidad de reconocer los rostros) podrán tener más herramientas para relacionarse socialmente. Ahora bien, las historias distópicas de un Gran Hermano se confirman con cada paso que da la tecnología y las personas que usamos esa tecnología. Algún día quizás tengamos que explicar a nuestros nietos y nietas el concepto de la intimidad, porque no les resulte familiar.

Imagen de Bruce Krasting (CC by).

Lorena Fernández Álvarez (@loretahur)

Ingeniera salsera. Actualmente, directora de comunicación digital de la Universidad de Deusto. Miembro del grupo experto de la Comisión Europea Gendered Innovations para analizar el impacto de no incorporar la perspectiva de género en la Inteligencia Artificial. Colabora en el programa de radio “Hoy por Hoy Bilbao” de la Cadena SER desde 2009 con una sección sobre nuevas tecnologías. Además, es jurado del premio Ada Byron a la mujer tecnóloga y mentora del proyecto Inspira STEAM, un proyecto que busca el fomento de la vocación científico-tecnológica entre las niñas. Ha creado junto a Pablo Garaizar e Iñigo Maestro el juego de mesa Nobel Run.

4 thoughts on “Tu cara me suena

  1. Tal vez sea el momento de crear el cyber-burka para no ser reconocidos, ya no solo en la red. Lo cierto es que nos acabará dando miedo mostrar nuestro rostro para no ser victimas de un software beta mal desarrollado y acabar en los juzgados!

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