Artículo publicado en la Revista Deusto Nº 134 (2017).
Es de sobra conocido que la irrupción de los smartphones en nuestras vidas ha tenido muchos efectos en ellas. Uno de los más evidentes quizás sea que han matado las discusiones de “cuadrilla”. Esas situaciones en las que podías pasarte horas devanándote los sesos para dar con el premio que había recibido tal película o el nombre de ese actor o actriz que se te resistía y ocupaba tus pensamientos hasta que dabas con la solución. Ahora, antes de que alguien termine una pregunta, otra persona está con su móvil en la mano tecleando y buscando la respuesta. Pero estamos a las puertas de dar un paso más, haciendo que la búsqueda textual se quede en mera anécdota.
En 1999, la aplicación Shazam fue toda una revolución en el campo de la identificación de música. El hecho de que, mientras estás escuchando una melodía, puedas pulsar un botón en tu teléfono y te diga de qué canción se trata, supuso un antes y un después. Desde ese momento, muchas otras compañías se han sumado al campo del reconocimiento. Una de ellas ha sido Google, que este mismo año, en su cumbre de nuevos productos, ha presentado Lens, un sistema que permitirá determinar objetos, textos y lugares mediante la cámara gracias al uso de la ya manida inteligencia artificial. Bastará entonces con que apuntemos con nuestro móvil a algo, para que Google Lens nos diga de qué se trata y, por supuesto, nos dé información adicional. Por ejemplo, si lo que estamos enfocando es un teatro, nos contará qué sitio es, cuál es su horario y cómo podemos comprar entradas ahí. Si lo que se pone delante es una flor, sabremos a qué familia pertenece, qué cuidados necesita… O algo aún más complejo, como sacar una foto a una clave de una WiFi (de las que suelen estar pegadas en nuestros routers) para que Google Lens la reconozca y se conecte de manera automática a ella.
No solo Google está trabajando en esa línea. Pinterest hace tiempo presentó un proyecto similar con un foco claro: el e-commerce. Esta red social, que ocupa el nicho de la moda, el diseño y la decoración, ha visto de manera cristalina cuál debe ser el siguiente paso a dar: una app que identifique objetos dentro de imágenes y te diga dónde poder adquirirlos. De esta manera, si vas por la calle y ves una prenda que te gusta y que alguien lleva, ya no será necesario preguntarle dónde la ha comprado. Bastará con sacarle una foto y dejar que la inteligencia artificial haga su trabajo. O si alguien pinea (termino que se emplea cuando se publica una foto aquí) una lámpara que nos encanta, podremos rápidamente saber de qué modelo se trata.
Si nos centramos en identificar caras, muchas son las plataformas que tienen ese desarrollo muy avanzado. Empezando por la red de las redes actualmente, Facebook, que es capaz de reconocer rostros con mayor precisión que la NSA (aunque, a decir verdad, se lo ponemos bien fácil los usuarios subiendo fotografías de alta calidad y etiquetándonos en las mismas). A Snapchat también se le da bien la cosa gracias a su software de máscaras que nos permite añadir a nuestros selfies unas orejas de gato, cara de zombie o una cascada de arco iris brotando de nuestra boca. E Instagram, producto adquirido por Facebook y que quiere acabar con el éxito de Snapchat tras no dejarse comprar por la compañía de Mark Zuckerberg, ha copiado esa misma funcionalidad. Google, como no podía ser de otra manera, tampoco se queda atrás y está trabajando en esta línea dado que uno de los mecanismo que ofrece el sistema Android para desbloquear móviles es precisamente el reconocimiento facial. Hasta podemos cruzarnos por las calles de Dubai a robots patrullando que identifican personas. Estos simulacros de Robocop han sido diseñados por la empresa española PAL Robotics.
Si analizamos cómo ha ido evolucionando el mundo de las búsquedas, podemos decir que hemos pasado de introducir texto en cajas, a lanzar preguntas a nuestros móviles para que los obedientes asistentes nos den una respuesta (Siri, Alexa, Cortana, Google Assistant…) y ahora llega la era de la imagen, simplemente usando la cámara de fotos de nuestro smartphone. ¿Cuál será el siguiente paso? Sony ya ha patentado unas lentes de contacto que serán capaces de grabar y mostrar vídeos sin necesidad de ningún otro dispositivo, así que las historias de ciencia ficción empiezan a quedarse cortas.
Nuestros dispositivos móviles ya no solo ven lo que nosotros vemos. También lo entienden y son capaces de darnos un contexto adicional. Lo que aún no sabemos es qué harán con todo eso que ven y están almacenando para hacer más listo al Gran Hermano.