Si estabais esperando un post sobre el mundo del comercio, lo siento, os he engañado vilmente con el título (pido perdón también a las arañitas de google ;-)). Pero es que cada día lo tengo más claro: en la Red se replican los mismos patrones que en la vida off-line (y desde que están con nosotros las redes sociales virtuales, más con más).
Uno de esos patrones es el intento de concentración de servicios en manos de unos pocos para acabar con la diversificación. Y es que plataformas como Facebook o Google-Land son a Internet lo que los centros comerciales a la compra. Un lugar que intenta aglutinar todo lo que un ciberciudadano pueda necesitar (o pueda creer necesitar), sobre todo de cara al ocio, acabando así con los pequeños barrios blogosféricos y las plataformas más locales.
Muchos dirán: «Es que tecnológicamente son los mejores. Si lo hacen bien, qué podemos hacer». En la mayoría de los casos es obvio que el pequeño comercio no podrá competir con las grandes superficies. Pero que queréis que os diga… Yo nunca he sido muy amiga de las masas. Los sitios con mucha gente me agobian. Por el contrario, sigo viviendo en el mismo barrio de mi infancia. Un barrio donde nos conocemos todos, desde los vecinos a los dependientes de panaderías, hipermercados, bares, … Para lo bueno y para lo malo. Un barrio con carácter propio. En esos comercios se da un trato personal. No podemos decir lo mismo de las grandes superficies (eres un número dentro del coleccionismo de contactos).
Con esto no digo que reniegue de los centros comerciales. Pero si el día de mañana no existiera el pequeño comercio, para mí supondría una gran pérdida. Y las grandes plataformas de Internet es lo que buscan: acumular minutos y más minutos de nuestra vida on-line. «No salgas de aquí. Fuera no hay nada que te pueda interesar«. Esperemos que las tiendas más antiguas de la Red no tengan que bajar la persiana por la tiranía de las grandes superficies.
Este post va dedicado a Gorka, con el que tuve una charla de menos de cinco minutos sobre esto pero me sobró para clarificar ideas.
Imagen de miguelandresen (CC by-nc-nd)
Y es que no te sientes de la misma manera en la inmensidad del centro comercial perdido dentro de la marea humana, siendo una jeta anónima más a la que sacar el dinero que el hijo de Paquita, la señora que lleva toda la vida comprando donde te saludan por tu nombre.
Gran post, Lore.
No, si los servicios de Google tienen su encanto… hasta que te fallan. Y luego ve a hablar con un robot ¿Por qué crees que me pasé a Nireblog?
http://anvazher.nireblog.com/post/2007/08/05/adios-blogger-hola-nireblog
El símil es acertadísimo, Lorena. Ahora me doy cuenta de que hace 2 años borré mi cuenta de facebook y cancelé mi tarjeta de compra del corte inglés por la misma razón.
No suelo tener mucha necesidad de relaciones 2.0 pero cuando ocurre prefiero pasarme, aunque sea ocasionalmente, por la tiendita de Loretahur, Borjanet, Txipi, Txushino donde el género es de calidad y artesanal y donde te reconocen al llegar 🙂
La verdad que la sensación de sentirse obligado a estar donde todo el mundo está nos desorienta, tanto a los que nos dedicamos a internet como a las PYMES que intentan «meter el morro» en internet ante la caída de efectividad de las formas tradicionales de publicidad.
Yo también soy de barrio, orgulloso de serlo y de seguir viviendo en él ;P. Quizá por eso creo que las pequeñas cosas con personalidad propia sin ser «de masas» pueden tener un valor añadido que nunca conseguirán las grandes.
Por cierto, un saludo. Te sigo desde hace tiempo y creo que aun no había comentado 🙂
Hola Lorena, siento disentir. Eso del barrio pequeño, de la comunidad… no lo veo. Si puedes leete el libro «Comunidad» de Baumann y verás que el mito de la comunidad ha caído. Ya no es posible volver a la comunidad de antaño.
Yo me siento a gusto siendo uno más «en ese coleccionismo de contactos» y con un trato personalizado dentro de ese anonimato. Cuestión de gustos. 🙂
Yo creo que, sin quitarte la razón, el símil ha evolucionado un poco. No es que en Internet vayamos de centro comercial en centro comercial, es que ahora cuando no estamos en uno llevamos a la chepa a un espía/comercial para ver qué hacemos, en forma de Google & Facebook Connects, y «Me gusta», y comparte en x^1000 servicios sociales…
De todos modos, coincido contigo, es mejor no poner todos los huevos en la misma cesta.
@may: amén hermano. Cómo se nota que somos del mismo pueblo.
@ángel: hablar con robots es la parte más frustrante de esta historia. Esperemos no defraudarte en este pequeño barrio 😉
@pablo: esperemos que en esta tienda de ultramarinos estés siempre a gusto. De hecho es un gustazo leerte por aquí 🙂
@cainSan: lo primero de todo, bienvenido a este rol de comentarista :-). El problema que nos empuja a esa necesidad artificial de estar donde todo el mundo está es lo que Txipi denomina como «efecto bar»: si entras a uno y no hay nadie, te sales con las mismas. Sin embargo, a mí tampoco me gustan las multitudes…
@aitor: no sientas disentir. La diversidad de opiniones es lo que enriquece la conversación. Hablas de trato personalizado… creo que el único trato personalizado que te pueden dar las grandes plataformas es el de crearte un perfil totalmente definido de consumo ;-). Y reitero que no reniego de los grandes almacenes, pero igual que no me gustaría que en mi televisor sólo existiese un canal, que las elecciones se decidieran entre dos partidos políticos, etc, … tampoco me gustaría que Internet sólo estuviera formado por grandes almacenes sin pequeños comercios 🙂
@mak: en este caso los centros comerciales tienen cámaras de videovigilancia en sus paredes para ver qué haces fuera.
Lore, muy acertado el símil del comercio. Nada comparable a acceder a sites donde el webmaster y los posteadores son gente con identidad digital, gente que tiene un perfil que se va definiendo en sus post y comentarios y con los que acabas sintiendo un vínculo, a los que en algunos casos acabas poniendo cara por circunstancias de la vida…Nada que ver con sitios llenos de contenidos pero absolutamente impersonales.
Felicidades, acertado post.
Pues esta es una de las claves del mundo de hoy: encontrar los barrios y las pequeñas tiendas. Porque nos meten por los ojos la grandilocuencia de lo fácil. Y a veces no es tan fácil la alternativa.
Sin duda los pequeños comercios tienen que luchar mucho mas por mantenerse. Hoy en dia esto es muy complicado como casi todo en la vida. Sin esfuerzo no hay victoria.
Gracias por publicar mi foto para este tema, le va muy bien. Y sobre todo gracias por poner el autor, de otro modo me hubiera molestado.
un saludo.
@miguel andresen: gracias a ti por dejar tan estupenda fotografía bajo licencia CC para que podamos usarla así 🙂