Casi un año después de la presentación de la comunicación «Las redes sociales y el ocio: ¿de las calles al ordenador o del ordenador a las calles?» en el Foro OcioGune 2009, por fin sale publicado el libro que la recoge: «Espacio y experiencia de ocio: consolidación, transformación y virtualidad» (ISBN: 978-84-9830-247-9).
Os dejo con mi capítulo (la introducción aquí y el documento completo en slideshare):
Las redes sociales no son un nuevo invento nacido al amparo de Internet. Desde el comienzo de los tiempos, las personas han sido tendentes a organizarse o, como bien planteaba Aristóteles en su libro de La política, a asociarse, formando familias, que a su vez constituían pueblos y, por último, modelaban el Estado. Se planteaba ya entonces que el ser humano es sociable por naturaleza y se dota de la palabra para establecer estas relaciones.
En la actualidad, Internet se ha convertido en la nueva polis virtual, cruzando de forma transversal todas nuestras actividades. Las nuevas tecnologías se presentan en nuestra sociedad de forma voluntaria o involuntaria, afectando tanto a las personas que están en contacto con ellas como a las que no lo están. «No hay interruptor que pueda aislarnos del efecto Internet» (Lessing, 2003:17).
La digitalización de esas redes sociales ha roto con dos limitaciones impuestas por la propia naturaleza del ser humano: el tiempo y el espacio. Ya en 1929, el escritor Frigyes Karinthy planteó en su obra Chains la teoría de los seis grados de separación. Más tarde, en la década de los 50 fue propuesta como teoría matemática por Ithiel de Sola Pool (MIT) y Manfred Kochen (IBM). Ésta expone que una persona puede estar conectada con cualquier otra del planeta a través de una cadena de conocidos de no más de seis enlaces. Ahora, este número se reduce gracias a lo fácil que resulta establecer contacto con personas alejadas físicamente y de una manera asíncrona.
El impacto de Internet se ha dejado notar en la actividad profesional, en la forma de comunicarse, educarse y por supuesto, en la de divertirse. Nuestro tiempo de ocio está cambiando. Vivimos en una época acelerada y necesitamos que sea el ocio el que venga a donde estamos y no salir nosotros a su encuentro. La inmediatez rige nuestras vidas. Es por esto que Internet va ganando terreno, dado que los tiempos se reducen y las respuestas son más inmediatas. De hecho, el futuro está viniendo ya de la mano de los dispositivos móviles, desde los que acceder a la información de manera rápida y desde cualquier lugar. A la telefonía le costó 75 años conseguir 50 millones de usuarios. A Internet sólo le ha llevado cinco.
Y a pesar de lo que pudiera parecer, las redes sociales pueden llegar a ser un instrumento insuperable para recuperar el espacio público. Mover a las personas de sus pantallas a las calles. O aún mejor, poder estar en la calle acompañados por la tecnología. La disparidad surge en que para interactuar en la polis física no es necesario ningún requisito para posibilitar esa relación, mientras que en la polis virtual hay una clara dependencia de dos elementos: la conexión y el conocimiento.
Realmente interesante tu punto de vista el cual comparto.
Enhorabuena!
saludos,
marta.
Que digo yo que en vista del éxito que comienza a tener esto del papel en nuestra comunidad de frikis, podriamos montar una comunidad de blogs en cartulinas o algo.
Felicidades, Lorena, muy buena pinta 🙂
@Aiora y @Marta: Gracias 🙂
@César: la erótica del papel tiene aún mucho peso 😉
Gracias Lorena, como siempre, luminosa.
http://www.youtube.com/watch?v=RpjHSiQLPmA
Un beso fuerte,
Qué buena pinta tiene!
Descargado y viralizado!
Enhorabuena y gracias!
Isa
I wanna read this stuff… en cuanto esté algo más descargado de trabajo. Porque llevo tres semanas encerrado en la oficina.