Un año más estamos mandando esta carta en una botella. En esta ocasión, desde Kenya y con un proyecto esperanzador: Nyumbani Village, una aldea de más de 4 Km2 cerca de Kitui, donde viven niños y niñas junto a abuelos y abuelas. En medio, una generación perdida (en la mayoría de los casos por el VIH) y un nuevo modelo de familia: los clústers, agrupaciones de cuatro casas donde una «susu» o un «umau» (abuela y abuelo en kikamba) se encargan del cuidado de unos 12 niños (algunos son nietos biológicos y otros no). En total, hay 26 clústers, por lo que viven en Nyumbani más 1.000 niños y 100 abuelos. Está concebido como un hogar temporal, un lugar para tratar del VIH (no todos son portadores) y darles una educación (dentro de la aldea hay colegios de Primary School, Secondary School, High School y Polytechnic).
Otra característica del proyecto es que la aldea es sostenible: se abastecen de energía solar y de los animales y huertas que tienen, vendiendo el excedente. Las abuelas no reciben dinero al entrar en el programa de Nyumbani, pero se les involucra en diversas actividades de empoderamiento a partir de las cuales pueden generar ingresos para que vayan ahorrando, como son tejer cestas, fabricar utensilios de madera, plantar sukuma (una especie de berza) o criar gallinas.
¿Y qué estamos haciendo nosotros? Pues además de aprender y permanecer con los ojos bien abiertos, este año me ha tocado capitanear a un grupo de estudiantes de Comillas, ESADE y Deusto que están contribuyendo al proyecto de múltiples maneras: construyendo ladrillos de barro para poder reconstruir luego las paredes de las cocinas exteriores que tienen las susus, participando en el reparto de los martes de alimentos para las familias, haciendo el recuento de medicamentos…
Pero Nyumbani, que en kiswahili significa hogar, tiene además de la aldea otros proyectos como son Nyumbani Home, Lea Toto y el Laboratorio de Diagnóstico (estos en Nairobi). Los cuatro cubren áreas diferentes pero comparten un único objetivo, dar respuesta al creciente número de niños/as y sus familias que se ven afectados directa o indirectamente por la pandemia del SIDA.
Nyumbani Home acoge a unos 120 niños huérfanos afectados de toda Kenya. Lea Toto da cobertura médica a familias de Kibera, el slum más grande de África después del de Soweto (Sudáfrica). Y el laboratorio ha sido uno de los proyectos que han catapultado a Nyumbani como organización pionera africana en la atención integral a estos niños. En él no solo se cuida su nutrición y bienestar, sino que además cuenta con los medios para hacer un seguimiento riguroso y concienzudo de su situación clínica.
Cierro esta carta con una de las frases que te puedes encontrar en la aldea y que titula también el post: Your Future is Too Good to Be Ignored. No ignoremos el futuro de ninguna persona.
Lorena. qué experiencia de vida. me ha encantado. estoy disfrutando muchísimo con los update en redes. se me está haciendo ETERNO !!! jo jo jo. Un fuerte abrazo. Marta