Hace dos semanas me tocó dar una clase en la asignatura de libre elección Web Social que se imparte en la Universidad de Deusto. Invitada por Txipi, como el año anterior, él hizo una espléndida presentación de las redes sociales y a mí me tocó debatir sobre el poder y los peligros asociados a éstas, o cómo de importante es ya nuestra identidad digital.
La mecánica que usé para la clase fue preparar una serie de preguntas y montar grupos en clase de unas 5 personas para que las trabajasen. Cada grupo contaba con una cuenta de yammer (una especie de twitter que permite introducir más de 140 caracteres y que sólo deja crear comunidades con direcciones de correo del mismo dominio). En ella dejaban las respuestas, que se iban mostrando a toda la clase en el proyector. Tras responder cada pregunta, además debían usar la inteligencia colectiva y decidir entre todos la mejor respuesta.
Y hete aquí mi sorpresa: si bien mediante yammer no se cortaron ni un pelo para expresarse (aún estando cada grupo perfectamente identificado) e incluso decir unas cuantas tonterías, cada vez que les pedía que explicaran sus respuestas en voz alta al resto de la clase, todos bajaban las cabezas, daban codazos a sus compañeros de grupo para que fueron otros los que respondieran, etc…
¿Y luego dicen que los teclados y las pantallas no desinhiben?
Me ha gustado mucho yammer. Ya sé que no era el objetivo del post, pero le encuentro mucha utilidad. En junio lo pruebo en la vida real.
Teamspace está muy bien, pero un blog abierto, una wiki semipública y la privacidad de yammer hacen un trío insuperable.
Saludos
Digan lo que digan, esta nueva forma de relacionarse a través de Internet y redes sociales está haciendo que cada vez nos cueste más relacionarnos en el hasta hace unos años habitual «cara a cara» que se producía en las relaciones interpersonales, y sobre todo se nota en las nuevas generaciones.
Pronto, vamos a pasar del «me gustas, ¿quieres que quedemos mañana para salir a cenar y dar una vuelta» que se dice en un bar a las 4 a.m. con un par de copitas, al tweet pidiendo rollo a diestro y siniestro, sin saber si el que está al otro lado es un tío, una tia, una chiquilla, un abuelo o un asesino en serie.
A mí me parece muy triste…., como siempre, todo es bueno y útil en su justa medida…
SaludoX.
Independientemente de lo que dices, con lo que estoy de acuerdo al 100%, quiero resaltar la excelente presentación en ppt (slideshare): coneptual, gráfica, directa.
Muy alejada de las adocenadas presentaciones que se limitan a repetir el discurso. Creo que esa es la tendencia para apoya un mensaje.
Zein joku polita Lorena. Nola bota izan ditudan faltan horrelako gauzak nire fakultateko garaietan. Puntazo bat da egiten ari zaretena, zorionak.
@ALyCie: Yammer está bien para la comunicación asíncrona, sobre todo jugando con las etiquetas. Pero luego esa información sería interesante que se volcase a otro soporte/formato.
@lonifasiko: antes, en las clases, sucedía exactamente igual. Pocos eran los que se atrevían a intervenir: por timidez, por miedo a que sus compañeros les tildaran de «pelotas», porque directamente pasaban, … Creo que las nuevas tecnologías no nos están volviéndonos más asociales, sino todo lo contrario. De hecho, Manuel Castells corroboró eso en un estudio en Cataluña.
@dicky: pues espero que les haya llegado a los alumnos, que al final es la intención. Mucho me temo que, hoy en día, por mucho que pongamos fuegos de artificio, es muy difícil captar su atención.
@Teketen: eskerrik asko Gorka! Nola bota izan ditudan faltan zu bezalako ikasleak nire klasean 😉