Aquí va el último post de esta saga con lugares de obligada visita en la ciudad de los rascacielos. Como veréis, la mayoría corresponden al distrito de Manhattan pero es que, o estáis tres meses en la ciudad, o es imposible disfrutar de los cinco «boroughs» de una forma pausada.
Central Park
La madre de todos los parques. A pesar de que Nueva York es reconocida por su asfalto y ladrillo, en mitad de Manhattan tiene un pulmón verde de 3.4 km² (4 Km. x 800 m. en forma rectangular). Es tal su tamaño, que alberga en su interior un castillo (Belvedere Castle), un lago enorme, una fuente de película (Bethesda Fountain), un zoo, canchas de béisbol, las carreteras lo cruzan y tiene 93 Km. de caminos. Y si impresionante es ver esa isla en medio del gris reinante, aún lo es más cuando se observa desde el cielo por la noche: es como un agujero negro entre tanta «estrella de neón». Mi recomendación es visitarlo en fin de semana, para ver a los neoyorquinos disfrutando de su tiempo libre allí. Además, alquilar unas bicicletas para dar rienda suelta al instinto «Verano azul» que todos llevamos dentro.
Dentro de Central Park no se os puede pasar Strawberry Fields, monumento erigido en honor de John Lenon (justo frente al Edificio Dakota, donde vivía y donde fue asesinado). Un lugar de peregrinación para los amantes de la música donde siempre encontrarás a alguien entonando el Imagine.
Por cierto, en este parque descubriréis que en la Gran Manzana las adorables ardillitas son las palomas de aquí: hay multitud de ellas y apenas tienen ya miedo a los humanos.
Times Square
El centro de las luces donde se cruzan la Séptima Avenida y Broadway. Pasaréis por allí mil veces y nunca dejará de agobiaros ;-). Miles de carteles publicitarios digitales, a cada cual más ostentoso; miles de luces y por supuesto, miles de tiendas (Planet Hollywood, un Toys ‘R’ Us con una noria dentro, Quicksilver, Billabong, Element, Footlocker, …).
El conocido anuncio de Coca-Cola que preside esta plaza es uno de los sponsors que menos paga porque su contrato es de renta antigua: ¡un millonejo de dólares al año! Aquí también se reúnen los neoyorquinos cada 31 de diciembre para despedir al año. Ahora cuenta con una amplia zona peatonal para que ningún turista despistado sea arroyado por un taxi amarillo. Asimismo hay una escalinata roja a modo de gradas donde poder descansar. Tras esa escalinata se encuentra Tkts, un lugar donde se pueden comprar entradas para los espectáculos de Broadway a un precio asequible (hay hasta 43 teatros). Funciona a modo de bolsa: según se va acercando la hora del espectáculo (normalmente suelen empezar a las 8 de la tarde), baja el precio. Por supuesto, asistir a una obra de teatro en Broadway también es obligado. Nosotros disfrutamos de Mary Poppins y puedo decir que nos quedamos con la boca abierta cuando la actriz se puso a volar por el teatro (estos americanos no escatiman en efectos especiales ni siquiera en el teatro ;-)).
Edificios Singulares
De entre sus más de 4.500 rascacielos podemos destacar los siguientes buques insignia:
- Empire State Building: el faro de la ciudad. Tras los atentados del 11-S y la caída de las Torres Gemelas, ha vuelto a ser el edificio más alto (102 pisos). Lo cual acojona un poco si tenemos en cuenta que se construyó en ¡menos de un año! sobre el hotel Waldorf-Astoria. Recordado por la película de King Kong, está abierto al público y se ha convertido en un mirador espectacular del resto de la ciudad. Mi recomendación es que vayáis de día a éste y de noche al Rockefeller Center, donde hay más espacio para pasear y disfrutar de las vistas. Por las noches su cima se ilumina de diferentes colores, dependiendo de la ocasión.
- Rockefeller Center: el otro mirador oficial de Nueva York. Es un complejo comercial que consta de 19 edificaciones (entre ellos está el famoso Radio City Music Hall). En invierno se coloca la pista de patinaje que más veces ha aparecido en las películas. El ascensor que sube al mirador (Top Of the Rock) tiene sorpresa en su techo: una proyección de un recorrido por la historia de la ciudad. Sólo una pega a esta vista: la perspectiva nos impide ver el edificio Chrysler (otro rascacielos lo tapa).
- Chrysler: edificio de la compañía automovilística, decorado en su cima por gárgolas en forma de águilas y trozos de metal emulando a los antiguos tapacubos o las tapas de los radiadores. Una preciosidad cuando el sol se mira la cara sobre él.
- Flatiron: en la esquina de la Quinta con Broadway hay una plancha gigante en forma de edificio ;-). Espectacular por su arquitectura y recordado por todas las veces que ha aparecido en la serie Friends.
- La Biblioteca Pública de NY. Cuando viajé a la ciudad aún no había empezado mi nueva ocupación en la Universidad. Aún así, esta biblioteca me dejó con la boca abierta. La arquitectura es impresionante, y por supuesto, no nos resistimos a hacernos el carnet 😉
La Estatua de la Libertad
Como contábamos en el anterior post, hay un ferry gratuito que te lleva a Staten Island, pero ver de lejos a la estatua, no es suficiente. Necesitas poner los pies en su isla y en la de Ellis. Un regalo de Francia de 46 metros de altura. La trajeron desmontada desde allí en nada más y nada menos que 350 piezas. De nuevo se puede subir a su diadema, pero reservando con mucha antelación ya que, por motivos de seguridad, sólo pueden entrar 200 personas por día. El ferry (éste de pago) que te lleva a la estatua también te acerca a la isla de Ellis, primer lugar que pisaban los inmigrantes que llegaban a Nueva York, donde eran inspeccionados tanto legal como médicamente.
El puente de Brooklyn
Une Manhattan con Brooklyn mediante única y exclusivamente hierro. Permite el tránsito de vehículos y personas. El camino peatonal para personas, corredores y ciclistas está en la parte superior central. Mi recomendación es que lo recorráis de día y de noche: podéis hacer la ida de día hacia el distrito de Brooklyn y volver en metro. Otro día el viaje inverso: ir en metro y volver andando hasta Manhattan. Una vez en Brooklyn hay que bajar a un mirador que hay junto al puente, en la orilla, donde las vistas son preciosas (la mítica foto del skyline).
Museos
La mayoría están en la milla de los museos (lateral este de Central Park), una zona donde antiguamente vivían los multimillonarios y los museos fueron comprando poco a poco sus recintos.
- MET (Museo Metropolitano de Arte): es una mini-ciudad metida dentro de un museo. El precio de la entrada es la voluntad. Podéis examinar su colección completa a través de su página web. Y no os podéis perder el balcón que tiene en la última planta desde el que se puede ver Central Park.
- MoMa: museo de arte contemporáneo. Aquí están los relojes blandos de Dalí (La persistencia del tiempo) pero seguro que saldréis sorprendidos por el tamaño del cuadro porque es enano (menuda decepción que me llevé). Si os apasiona el impresionismo, aquí os podéis poner morados: Monet, Cézzane, Gauguin, … Los viernes por la tarde la entrada es gratis (aunque ojo, porque los museos en NY cierran a las 17h.)
- Solomon R. Guggenheim: diseñado por Frank Yoid Wright, es una especie de concha enroscada en blanco. Sin embargo, su arquitecto, que falleció antes de verlo acabado, lo había concebido rojo.
- Museo de Ciencias Naturales: si habéis visto la película Noche en el museo, ya habéis paseado por él.
- Intrepid: si te gusta el belicismo, este es tu portaaviones ;-). «Aparcado» en el muelle 86, en el West Side de Manhattan, dentro de este bicho de la Segunda Guerra Mundial hay helicópteros, aviones de combate, … y hasta un Concorde.
Barrios
Los barrios de Nueva York tienen carácter propio:
- Chinatown: una ciudad dentro de la ciudad. Canal Street es su arteria. Es un sitio estupendo para descubrir las enormes trastiendas que tienen los establecimientos ;-).
- Little Italy: cada vez más little (Chinatown lo está engullendo), casi se reduce ya a una calle llena de restaurantes italianos.
- El barrio judío: la comunidad judía de Nueva York es muy numerosa y reconocible, puesto que continúan con sus costumbres y su forma de vestir. Ojo con las tiendas allí puesto que los sábados estarán cerradas ;-).
- SoHo: el barrio del hierro forjado. En los 50 se llenó de artistas y en los 70 se puso de moda, subiendo los precios y dejando los artistas paso a los yuppies. Aún así aún quedan muchas galerías de arte.
- Harlem: barrio afro-americano por excelencia. De visita obligada el domingo por la mañana para disfrutar de una misa gospel. Tremendo. Nosotros fuimos a la Antioch Baptist Church (515 West 125th St). Se trata de una comunidad pequeña y familiar con una iglesia de una sola planta. La misa empieza a las 11 (hay que estar sobre las 10,15 porque suele haber cola esperando fuera). No te cobran entrada. Eso sí, te piden la voluntad (antes de entrar te dan un sobrecito para que metas el dinerito ;-)). Estamos hablando de más de 3 horas de celebración en las que estás cantando, bailando y gritando ¡Amén! (“eimen!”, no confundirse con “hey, man!” como me pasó a mí ;-)). Se puede uno marchar cuando quiera, pero por respeto es mejor aprovechar un momento de alboroto. También hay que ver la Universidad de Columbia que anda por la inmediaciones.
- Y muchos más como Grenwich Village, Chelsea, …
La Zona Cero
La reconstrucción está siendo peliaguda porque hay litigios entre las diferentes partes implicadas: familiares, autoridades, políticos, … Se supone que el año que viene tiene que estar construida una gigantesca aguja de más de 500 metros de altura, pero como no hayan pegado un acelerón final, me temo que no llegarán. Aún se respira la catástrofe al visitar la St Paul’s Chapel, una antigua capilla que se salvó de los ataques y sirvió de “campamento base” para policías y bomberos durante los días posteriores al 11-S.
Plazas
De todas las que hay por la ciudad (Times Square, Washington Square, Unisphere, …), la que más me gustó fue Union Square, un lugar con una vida increible: gente jugando al ajedrez, bandas tocando, abrazos gratis, venta de cosas peculiares (como por ejemplo gatitos), … En la parte sur de esta plaza hay una curiosa instalación de arte (por decir algo…) llamada Metronome que pretende ser una reflexión sobre el hombre y el tiempo (y justo lo ponen en la ciudad de la calma…). En la parte derecha se representan las fases de la luna y en la izquierda una serie de números que parecen aleatorios, pero que en realidad muestran las horas transcurridas desde medianoche y las que faltan hasta la siguiente.
Si lo vuestro son las compras, la Quinta Avenida hará vuestras delicias. Las tiendas más caras están allí: desde Tiffany’s hasta la Apple Store. Y cerca está también el conocido y deseado hotel Plaza, la juguetería Fao (la del piano que se toca con los pies de la película Big), el edificio de Cazafantasmas, …
Otros lugares imprescindibles pero que si me pongo aquí a describir, no termino (y bastante Biblia me ha quedado ya este post): el edificio Woolworth, el ayuntamiento (City Hall) justo al la plaza de los afectados por el SIDA, el edificio de la ONU, Madison Square Garden, Wall Street, el estadio de los Yankees, la catedral de San Patrick, Coney Island, US Parcel Post Buliding, la Reserva Federal, Gran Central Terminal, …
Como indica el conocido merchandising: I LOVE NY.
En capítulos anteriores: